Maliar publicó en Telegram que la bandera ucraniana ondeaba nuevamente en el poblado de Storozhov, en la provincia oriental de Donetsk, y que sus soldados también habían recuperado otras tres localidades cercanas y tres más en la vecina provincia de Zaporiyia.
“Las batallas son duras, pero nuestro movimiento está ahí, y eso es muy importante”, declaró el presidente Volodymyr Zelenskyy en su discurso nocturno en video. Añadió que las condiciones lluviosas complican la situación a sus soldados y que ha discutido con sus mandos militares “cuáles puntos del frente necesitamos fortalecer y qué acciones podemos tomar para doblegar más posiciones rusas”.
Las autoridades rusas no confirmaron los avances ucranianos, los cuales eran imposibles de verificar y podrían ser revertidos durante el transcurso de la guerra. Los poblados recuperados representan apenas una pequeña fracción del territorio y dejaron al descubierto el complicado panorama que les espera a las fuerzas de Ucrania, que tendrán que luchar metro por metro para recuperar casi la quinta parte de su país que se encuentra bajo ocupación rusa.
Los combates recientes en el extremo occidental de los 1.000 kilómetros (600 millas) de frente se han visto complicados por la ruptura de una presa que inundó una parte del río Dniéper que separa a los dos bandos.
Los poblados son parte de una zona en donde los frentes rusos se extienden hacia territorio bajo control de Ucrania. Aunque tiene apenas un par de kilómetros (más de una milla) de profundidad, la zona se ha convertido recientemente en uno de varios epicentros de combates intensos a lo largo del frente que atraviesa el sur y el este de Ucrania.
A pesar de su pequeño tamaño, la recaptura de los poblados involucró una incursión hacia la primera línea de defensas rusas y podría permitirles a las fuerzas ucranianas intentar una penetración más a fondo hacia zonas ocupadas.
Las fuerzas rusas controlan menos territorio ucraniano que antes de la intensa contraofensiva ucraniana del año pasado en la que se recuperó la ciudad de Járkiv, en el norte del país, y Jersón, en el sur, entre otros lugares.
Zelenskyy señaló el sábado que “se están llevando a cabo acciones defensivas y de contraofensiva”, sin entrar en detalles sobre si se trataba de la contraofensiva a gran escala que se esperaba desde hacía tiempo luego de la enorme inyección de armas y sistemas antiaéreos de Occidente para Ucrania. Un día antes, el mandatario ruso Vladímir Putin aseguró que la contraofensiva ucraniana ya había comenzado y que las fuerzas de Ucrania sufrían “bajas significativas”.
Rusia, prohibido retroceder
Mientras, Rusia, que celebró el lunes su día nacional entre estrictas medidas de seguridad por temor a los drones ucranianos, se mantuvo en sus trece.
El Ministerio de Defensa de Rusia insistió en su parte diario en que sus tropas han rechazado hasta cinco ataques enemigos en las regiones de Donetsk y Zaporiyia, donde Kiev habría perdido cientos de hombres.
Imagen difundida por el Ministerio de Defensa ruso donde se ven carros blindados del Ejercito ucraniano destruidos en la región de Zaporiyia. EFE/EPA/Servicio de Prensa del Ministerio de Defensa de Rusia
Según Defensa, las hostilidades más intensas tienen lugar en torno a los bastiones de Márinka y Avdíivka, en las afueras de la capital regional de Donetsk.
“Hace más de una semana que ellos (los soldados rusos) repelen exitosamente la contraofensiva del sangriento régimen de Kiev apoyado por la OTAN”, escribió Viacheslav Volodin, presidente de la Duma o cámara de diputados, en Telegram.
En cambio, según la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, el Ejército ruso se habría visto obligado a movilizar tropas estacionadas en Jersón hacia la zona de Donetsk y Zaporiyia.
Además, Kiev acusó hoy a Moscú de volar una nueva presa, esta vez en Donetsk, con el fin de frenar las arremetidas enemigas.
“Los ocupantes han volado una presa en el río de Mokri Yaly, lo que ha provocado inundaciones en ambas orillas del río”, dijo el portavoz del ejército ucraniano para la región de Tavria, Valeri Shershen.
Eso sí, la destrucción de la presa, que se encuentra cerca de la frontera con Zaporiyia, “no afecta a las operaciones ofensivas” de Ucrania en la zona, añadió.
Niveles de agua descienden en Jersón
Después de una semana, los niveles de agua en las zonas inundadas por la presa de Kajovka han descendido notablemente, según admitieron las autoridades a ambos márgenes del río Dniéper.
Según el Ministerio para Situaciones de Emergencia, más de un millar de casas ya se han liberado del agua, aunque no se aconseja el retorno de sus inquilinos.
La empresa hidroeléctrica rusa, RusHydro, calcula que el agua volverá a su cauce normal el próximo viernes, al menos en la parte baja de la central hidroeléctrica.
En cuanto a los damnificados, el Ministerio del Interior de Ucrania elevó a diez los muertos y a 42 los desaparecidos, mientras Moscú mantiene los ocho fallecidos.
Precisamente, ante las discrepancias en las mediciones del nivel de agua del estanque que se emplea para refrigerar la central atómica de Zaporiyia, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, partió el lunes rumbo a Ucrania, donde se reunirá con Zelenski e inspeccionará la planta.
Fuente: AP – EFE
Los periodistas de The Associated Press Illia Novikov, en Kiev, Ucrania, y Yuras Karmanau, en Tallin, Estonia, contribuyeron a este despacho.