27 julio, 2024 01:13
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Sin cepo al turismo, el Banco Central necesitará 3.200 millones extra

Todo indica que el Gobierno está decidido a ajustar todavía más el torniquete sobre los dólares que le quedan al Banco Central y, a juzgar por lo que anticipó la propia ministra de Economía Silvina Batakis, lo que está en la mira es el dólar que demandan los turistas cuando viajan al exterior.

¿Es tanto lo que le piden al Banco Central los argentinos cuando viajan? En mayo, último dato disponible, fueron 616 millones de dólares los que se fueron por la cuenta “turismo y gastos en el exterior”. Es poco al lado del récord de los casi 1.600 millones de dólares al mes que se iban a fines de 2017, pero mucho en un contexto donde se está rascando el fondo de la olla por la falta de reservas.

Según el economista Fernando Marengo, director del estudio Arriazu&Asociados, el Banco Central informa 5.000 millones de dólares de reservas netas, pero eso incluye oro y los depósitos del propio Gobierno. “Nos da menos de 2.500 millones de dólares; nadie sabe de quién son los dólares, pero nos está dando que están usando dólares que no son propios”, advierte.

La segunda es la severa dificultad que tiene el Banco Central para sumar reservas. El complejo agroindustrial liquidó en lo que va del año casi 17 mil millones de dólares y el Central, hasta días antes de que renunciara Martín Guzmán se había quedado con apenas 900 millones.

Crisis Economica
Compra venta de dólares. Por la crisis económica y la incertidumbre por nuevas medidas y cepo a las importaciones 
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Crisis Economica Compra venta de dólares. Por la crisis económica y la incertidumbre por nuevas medidas y cepo a las importaciones Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

 

La paralización de facto de las importaciones le permitió comprar 1.500 millones de dólares y cerrar el semestre con las metas acordadas con el FMI, pero esta semana vendió casi la mitad de lo que había comprado la anterior. Desde el lunes pasado no se puede ya mandar a cuotas lo que se compre en el exterior y el jueves también se prohibió tarjetear las compras en los free shop.

El turismo tiene un problema adicional: los extranjeros vienen, es cierto, pero no le dejan los dólares al Banco Central, porque se los pagan mejor en el mercado informal. La vicepresidenta Cristina Fernández se quejó el viernes de que en el balance de Aerolíneas Argentinas “no se sumaban” los hoteles y pistas de esquí llenas, suponiendo que todo ese movimiento es adjudicable a la aerolínea estatal. Entre enero y mayo viajaron al exterior 490 mil argentinos, con un gasto promedio de 5.357 dólares cada uno.

 

Del otro lado, ingresaron 454 mil extranjeros, pero en promedio cada uno gastó 277 dólares en el país. En 2017, el promedio estaba en 1.000 dólares. No es que los turistas se volvieron amarretes: leen los diarios y se van al blue, obvio.

QUÉ SE ESTUDIA

Batakis anticipó la preocupación por esta dinámica cuando, en una entrevista en TN, dijo que “se tomarán todas las medidas para que las reservas se vuelquen a la producción”, ya que el “derecho de viajar colisiona con la creación de los puestos de trabajo”.

Tope al gasto. Hoy un ahorrista puede comprar 200 dólares al mes, siempre y cuando no haya recibido ayuda estatal en la pandemia, ya que a dos años de aquello todavía no se levantó la exclusión. Son unos 700 mil ciudadanos por mes los que pueden comprar, cuando llegaron a hacerlo cuatro millones de argentinos. Pero al momento de gastar en el exterior, no hay límites.

El tope es el margen que te da la tarjeta o todos los pesos que el viajero que tenga en su cuenta. No se bajaría a cero el drenaje de reservas, pero casi, sobre todo si se tiene en cuenta que cada viajero se llevó 5.327 dólares en promedio. Los operadores turísticos advierten que ese dato está sucio, porque en la cuenta de turismo el Central computa también el gasto en el exterior que hacen los residentes, desde Netflix hasta Amazon. Es probable que sea menor, pero los analistas sostienen que sería apenas un poco menor.

Que el viajero se consiga sus dólares. Los argentinos tienen en sus cajas de seguridad o colchón 362 mil millones de dólares. Es probable que el viajero tenga dólares, pero seguro no los quiere gastar. Esa alternativa tiene dos riesgos: primero, es indigerible y anticonstitucional que un Estado, al no habilitarte la compra de divisas, obligue a sus ciudadanos a ir al mercado ilegal. El segundo riesgo es que esa maniobra podría acelerar la escalada del blue. Si bien Batakis sostiene que es un “mercado chico” que está en la agenda de los medios, en el Gobierno no desconocen que crea expectativas. Guzmán se fue con un blue a 239 y cerró el viernes a 273: es una depreciación del peso del 12% en una semana.

Devaluar. Para muchos, resulta incomprensible que en este contexto Argentina siga apreciando su peso. El dólar oficial mayorista cerró la semana en 126,80: 32% más que hace un año, cuando cotizaba a 95,74 frente a una inflación del 60,7%. Si hubiese acompañado la inflación debiera estar en 154 pesos.

Esa es la sugerencia del economista Carlos Melconian, una corrección mínima para compensar “la siesta de los últimos seis meses”.

SALDO DEL TURISMO

 

Infografía: Saldo del turismo
Infografía: Saldo del turismo

 

“Es, dentro del manual de supervivencia para llegar a la otra orilla, hacer algo”, le dijo a este diario. Una mejora del tipo de cambio podría acelerar la liquidación de la soja. Pero también es peligroso agregarle una devaluación del peso a una economía que ya incuba 73% de inflación en el año.

“Batakis plantea un tema casi moral, esto de que hay dólares para turismo y no hay insumos para las Pyme, pero es un dilema falso, porque estás asumiendo que la cantidad de dólares es finita”, dice el economista Andrés Borenstein, de Econviews. “Pero es finita a este precio, que es bajo”, señala.

La pregunta que cabe acá es si los viajeros dejarían de viajar con un dólar más alto. La sensación es que no, o al menos no de forma drásticamente menor. “Acá aparece el dilema económico, que es peor que el dilema moral, porque te pone a la clase de media en contra y no te va a desincentivar el turismo, porque para quien piensa viajar, un dólar a 218 o 250 es lo mismo”, analiza.

Aumentar el Impuesto País. Hoy el viajero gasta dólares a 133 pesos, más un Impuesto País del 30% (40 pesos extras) y otro 35% de impuesto a cuenta de Ganancias o Bienes Personas (47 pesos adicionales). Así, viaja con un dólar de 219 pesos, muy inferior a lo que hoy cuesta el blue o los dólares financieros. Incluso, si toma a cuenta de impuestos esos 47 pesos, habrá viajado con un dólar de 176 pesos. Un camino que circula como hipótesis es aumentarle los impuestos al dólar: se evitarían los riesgos de devaluar y aumentaría la recaudación. “Hoy este impuesto equivale al 0,5% del PBI y no se comparte con provincias”, dice Borenstein. El adelanto de Ganancias (que va 60% a las provincias) agrega otro 0,2% a la recaudación. Esta medida si bien implica más pesos para el Tesoro, no resuelve la salida de dólares del Central y debe pasar por el Congreso.

El economista Carlos Melconian.

Foto:José Gutierrez / Los Andes
El economista Carlos Melconian. Foto:José Gutierrez / Los Andes

 

Desdoblamiento cambiario. La opción más fuerte que hoy se baraja es que el turista vaya al dólar bolsa o MEP, uno de los dólares financieros legales al que se puede acceder hoy. Consiste en comprar un bono en pesos (que cotizan en el mercado local y en Estados Unidos) para luego venderlo en dólares.

Hoy esta operación está vedada para quienes recibieron ayuda durante la pandemia. El MEP cerró el viernes a 267 pesos. La principal ventaja es que se trata de un acuerdo entre privados, con lo que se frenaría el drenaje de reservas.

La gran desventaja es que hay que conseguir quién venda y, si eso no pasara, el MEP se dispararía. No sería lógico tampoco que toda la demanda de dólares se mudara al MEP y la oferta se pagara en dólares oficiales, pero algunos economistas sugieren que podría haber un incentivo a exportadores a liquidar en MEP. Viajar con ese dólar, al precio de hoy, implicaría un aumento de 48 pesos por dólar, 22% más. Es menos que lo que implicaría viajar con dólar blue.

Fuente: La Voz del Interior

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