Francisco y Simón Pendas son los hijos de la canciller Diana Mondino e integran el directorio del Banco Roela, propiedad de la familia. Ambos siguen con atención la pelea del gobierno con las universidades nacionales por el financiamiento ya que Milei amenaza con arancelarlas.
En el gobierno buscan estrategias para ponerle fin al ingreso irrestricto e implementar el arancelamiento de las universidades públicas y para ello, analizan poner un cupo máximo, arancelar la cursada e implementar «préstamos de honor» similares a los que existen en Chile o Estados Unidos.
Es que el Banco Roela ya opera en varias instituciones educativas, principalmente en la provincia de Córdoba como la sede de la UCA y varios secundarios privados. Además, a través del sistema Siro que desarrolló la entidad presta servicios de cobros a varios organismos públicos y privados.
Además, el banco de los Mondino ofrece un sistema de becas y suele organizar foros sobre tecnologías y emprendurismo. La última actividad terminó en un escándalo cuando Francisco Pendas echó violentamente a dos jóvenes que estaban acreditados y fue denunciado penalmente.
La intención de los hijos de Mondino es hacerse fuerte en el negocio de los créditos universitarios que además, suelen estar vinculados a seguros en caso de incumplimientos, una millonada: «la educación se convierte en un servicio financiero», consideró la misma fuente.
«En Argentina la universidad pública tiene más prestigio y es gratuita, por eso no tiene mucho sentido endeudarse para pagar una privada», explicó un especialista en Educación. «Generan una crisis que solo se puede resolver con las herramientas que ellos mismos proponen. Y que ‘casualmente’ les puede generar unas ganancias enormes», dijo.
En el caso de Chile, el modelo elogiado por los libertarios fue diseñado por la dictadura de Pinochet que, en la década del ’80, desmembró a la Universidad Nacional y la regionalizó mientras que a las escuelas las transfirió a los municipios. A partir de allí, se fijaron aranceles altísimos que hicieron surgir todo un sistema financiero que terminó ahogando en deudas a muchísimas familias.
La situación explotó en 2011 cuando las masivas marchas por la educación pusieron en jaque al gobierno de Sebastián Piñera. La lucha que obligó al gobierno de Chile a alivianar el sistema de aranceles a la educación superior fue tan contundente que uno de los líderes de las movilizaciones, Gabriel Boric, se convirtió en presidente.
Fuente: LPO (Fabricio Navone)