La Gendarmería Nacional y los manifestantes que se reunieron frente al Congreso de la Nación para protestar contra la Ley Ómnibus vivieron momentos de tensión cuando las fuerzas de seguridad intentaron hacer cumplir el protocolo antipiquetes. 

En medio de una jornada de tensión frente al parlamento, donde la Cámara de Diputados se encuentra debatiendo el proyecto que impulsa el oficialismo, pasadas las 17, manifestantes del Partido Obrero, el PTS, el MST y el Frente de Izquierda bajaron de la plaza y ocuparon algunos carriles de la Av. Entre Ríos y de Av. Rivadavia.

En respuesta, sectores de infantería de la Policía Federal y Gendarmería formaron una fila para impedir que se cortara el tránsito, que estuvo detenido unos minutos mientras las fuerzas de seguridad avanzaban sobre las agrupaciones sociales que protestaban.

Cerca de las 18 se logró liberar un carril de la Av. Rivadavia, pero luego el transito volvió a interrumpirse.

Luego, la policía arrojó gas pimienta sobre los manifestantes, lo que incrementó la tensión en el lugar. Dentro del grupo de personas que protestaban se encontraba la legisladora del Frente de Izquierda, Celeste Fierro.

Más tarde, arribó al lugar una columna de Prefectura Naval Argentina equipados con escudos y cascos, lo que aumentó el nerviosismo entre las fuerzas del orden y los manifestantes.

La concentración en el Congreso comenzó en horas del medio día y está anunciada una posterior «vigilia de necesidad y urgencia» en rechazo a la Ley Ómnibus.

El Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich había ultimado detalles para la activación del protocolo antipiquetes y el despliegue de un megaoperativo de seguridad para intentar mantener el control de la movilización convocada por la izquierda.

Decenas de efectivos de las distintas fuerzas de seguridad permanecen apostados en las inmediaciones del Congreso para evitar desmadres en la protesta.

Carros hidrantes, numerosos agentes de la Gendarmería y la Policía Federal rodean el perímetro que contempla los accesos al Parlamento en lo que configura un megaoperativo, delimitado por vallas que separan a los manifestantes del Parlamento.

Denuncias de «palazos y gases»

Con la llegada de los prefectos, se reavivó la tensión y hubo un nuevo enfrentamiento en el que el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, cayó y estuvo inerte en el asfalto durante varios minutos, hasta que se recuperó. El dirigente denunció que «Prefectura reprimió. Me arrastraron, me golpearon. Estábamos sentados en el piso con varios compañeros. Nos sentamos para mostrar que era pacífico. A mí me pegaron patadas en la espalda, y me dejaron sin aire», dijo a la prensa luego de reincorporarse.

Además, el dirigente pidió un nuevo paro, como el realizado la semana pasada por la CGT, para oponerse a las políticas del Gobierno nacional.

La diputada del FIT Myriam Bregman, al enterarse del accionar de las fuerzas de seguridad, salió del recinto y se acercó a la protesta para señalar ante las cámaras de televisión que «Patricia Bullrich está montando un show para justificar la ley. Lo quieren tapar con esto».

«Es lamentable que tantos sectores se presten a este mamarracho de Bullrich, provocar y provocar. Montó una provocación afuera», apuntó Bregman, y añadió que la ministra «quiere ver palos, sangre y represión».

La diputada de izquierda cuestionó el protocolo antipiquete al afirmar que «el Gobierno quiere romperle la cabeza y el bolsillo a la gente».

«¿Esto es ser dialoguista? Esto es ser cómplice. Una manifestación tranquila, miren en lo que la han convertido. Tenían la confirmación de que iba a venir mucha más gente», señaló.

Entre los participantes de la protesta, en su mayoría militantes del Polo Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el MTR Teresa Vive y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), se encontraban Celeste Fierro y Patricio Del Corro, legisladores porteños del FIT-U.

«Nos gasearon, había periodistas de medios públicos e internacionales. Gasearon a todos y a los palazos. No hay estado de sitio en Argentina no sé quien se lo dijo a Patricia Bullrich. Tenemos derecho a manifestarnos. Los delincuentes están adentro del Congreso», dijo Del Corro a la prensa respecto del uso de gases lacrimógenos.

Por su parte, el delegado de Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), Claudio Dellecarbonara, también cuestionó el accionar de las fuerzas de seguridad en el lugar y calificó al operativo de «inconstitucional».

«Vamos a seguir en las calles. Esta en riesgo el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. No te quedes en tu casa», señaló Dellecarbonara.