Javier Milei y Toto Caputo tienen problemas importantes para completar el equipo económico. La posición más importante para la que no encuentran candidato es la de Secretario de Hacienda. Se trata del hombre que deberá implementar el «ajuste histórico» del gasto, la famosa motosierra que en la campaña Milei dijo que iba a ser de 15 puntos del PBI y ahora Caputo redujo a un tercio: 5,5% es el tamaño del ajuste prometido y aún así hay enormes dudas que logren implementarlo. La ausencia de un programa claro es el principal elemento que lleva a los distintos profesionales que han tanteado a rechazar los ofrecimientos.
El Plan Motosierra de baja del gasto del Estado de 15 puntos en rigor fue una creación de Diego Giacomini, histórico socio de Javier Milei en la consultoría económica. El número no es antojadizo, plantea regresar el tamaño del Estado a la dimensión que tenía en el 2006, durante el gobierno de Néstor Kirchner. De los 43 puntos actuales a aquellos soñados 26 puntos de la era de los superávits gemelos. En la visión de Giacomini y Milei ese sería el tamaño adecuado del Estado para no descarrilar la macro.
Luego de elaborar ese plan, Giacomini se dedicó a estudiar un aspecto crucial de su implementación: la viabilidad política. O sea, pasar del laboratorio a la realidad. Y llegó a una conclusión previsible: la Argentina no tolera un ajuste de shock superior a los 4 puntos del PBI. Pasada la campaña, Milei está bajándose de la motosierra para ir a un ajuste de dimensiones muy similares a las que imaginaba Massa.
Pero ni aún así encuentra candidato serio para la Secretaría de Hacienda. Como reveló LPO, la propuesta inicial fue tratar de retener a Raúl Rigo, el hombre que ajustó el gasto durante la gestión de Massa. Un peronista histórico que junto al titular de la Aduana, Guillermo Michel, fueron los dos funcionarios más valorados de la gestión saliente. A los dos quiso retener Milei y por ahora los dos le han respondido: gracias, pero no. Sin embargo, la presión sobre Rigo continúa.
Patricia Bullrich acercó el nombre de Juan Curuchet, un abogado proveniente de Upau, que presidió el Bapro con María Eugenia Vidal. Gracias, pero no, le contestaron los libertarios.
Para los profesionales serios que contactaron desde el gobierno que empieza, el problema de fondo es la falta de un plan económico que enmarque el ajuste. Caputo es un financiero rodeado de financieros y socios. No hay un solo marcoeconomista de fuste en el equipo que toma el control del Ministerio de Economía y el Banco Central. O sea, no hay visión coordinada. La visión edulcorada es que Milei se reserva ese lugar. Suerte con eso.
Pero hay un segundo problema: El mercado tiene muy claro que vienen a hacer Caputo y Bausili: colocar más deuda. O sea, habilitar el pago de comisiones multimillonarias en dólares. Lo hicieron antes y lo van a hacer ahora. Entonces, no es divertido ser el que concentra las malas noticias mientras otros se dedican a la plata dulce.
Fuente: LPO – Ignacio Fidanza