Un grupo de padres reclamó en la puerta del Hospital Notti. Las intervenciones de sus hijos fueron postergadas, incluso, para enero de 2023.

El problema con el sistema sanitario de Mendoza no se detiene y la falta de anestesiólogos en los nosocomios produce un efecto rebote en el funcionamiento de los quirófanos. Un claro ejemplo de ello se vivió este miércoles, en la explanada del hospital Notti, donde un grupo de padres de niños con labio leporino reclamó por los retrasos de las cirugías.
La mayoría tenía que operarse en abril, sin embargo, el conflicto con los especialistas hizo que muchas se reprogramaran, incluso, hasta enero del 2023.
El Notti contaba con más de 20 anestesiólogos que trabajaban como prestadores de servicio y que no han renovado sus cargos, ocasionando así un perjuicio importante en la entidad, tanto que se reprogramaron unas 550 cirugías.
Los niños con Labio Alveolo Palatina (FLAP), una malformación congénita de la cara que afecta al labio superior, la región alveolar (encías) y al paladar duro y blando en una amplitud variable, pueden enfrentar desafíos para alimentarse, respirar y a nivel de la audición y el habla.
Los tratamientos permiten a los pacientes minimizar estas dificultades e incluso superarlas a partir del trabajo conjunto de cirujanos, odontólogos, otorrinolaringólogos, pediatras, fonoaudiólogos, psicólogos e incluso kinesiólogos, quienes intervienen para tratar las cicatrices posquirúrgicas.
Padres unidos por un mismo dolor
Katerina es mamá de Brunela. El 13 de mayo tenía que ser operada y postergaron la intervención para el 3 de octubre. Actualmente, la niña tiene cinco meses y cuando sea intervenida tendrá 9 meses y, según explicó la madre, no es lo ideal.
Los pequeños con FLAP tienen que someterse a cirugías rigurosas, las mismas están estipuladas en determinados momentos de su crecimiento. Entre los tres y los cinco meses se tiene que realizar la primera operación y la siguiente es al año y tres meses. En la actualidad, tras el conflicto con los anestesiólogos y la falta de profesionales para realizar las intervenciones, muchos chicos aún no fueron sometidos a su primera operación.
“Esta situación ha complicado mucho la salud de mi hija, ya que le afecta el habla y la audición, en definitiva, el perjuicio es muy grande y eso nadie lo está viendo”, contó la mamá.
Brunela es la única hija de Katerina y la lucha que realizan a diario para que la menor avance es descomunal: “Lamentablemente, si no tiene la cirugía, no puede continuar con su tratamiento y esto hace que la discapacidad avance y no se detenga”.
“Entiendo el reclamo de los médicos, sé que ellos cubren un cargo muy importante y con mucha responsabilidad, pero también me gustaría que se pongan en mi lugar. Ellos también deben tener hijos y la situación que estamos atravesando nosotros no es fácil, nuestros hijos están en el medio de este conflicto”, manifestó.
Lourdes es otra de las madres que se apostó en el nosocomio y aseguró que “muchas cirugías se están postergando para enero del 2023″.
“Están creando niños con discapacidad para toda la vida, si las cirugías no se concretan a tiempo, los tratamientos no se pueden realizar correctamente, los niños pierden funcionalidad y cuando sea el momento de ir al colegio no van a hablar correctamente, hay muchas familias con chicos que no escuchan. No podemos esperar más”, sentenció.
Mario también se acercó al hospital junto a su hijo Juani, de un año y ocho meses. “En marzo tendría que haber sido operado del paladar y la cirugía fue reprogramada para abril y de allí a septiembre. Realmente es desesperante todo esto, veo que mi hijo no avanza en su tratamiento y eso es lo que más impotencia me da como padre”, expresó.
Yanina tiene dos hijos con discapacidad, uno de 8 años que padece una enfermedad mental severa, y uno de 9 meses con labio leporino y que aún no ha sido intervenido de su primera cirugía que tendría que haber sido a los tres o cinco meses de vida.
“Tenía fecha de cirugía para el 28 de abril y me la reprogramaron para el 8 de julio. Hace días vine a confirmar la operación y me encontré con la noticia de que la misma ha sido suspendida, ni siquiera reprogramada. Estoy desesperada porque no podemos avanzar con sus tratamientos”, explicó la mamá.
La mujer contó que su vida no es nada fácil, ya que sus dos hijos nacieron con diferentes discapacidades. “Mi hijo más grande me requiere mucho, es como si fuera un bebé, y el más pequeño también, y esto que pasa con el sistema sanitario en vez de ayudar complica todo”, dijo.
Fuente: El Sol