Por Alberto Sandoval – Periodista audiovisual especializado en la radio, televisión y la redacción web. Fanático del fútbol y los anime como forma de vida. Por ahora haciendo una conversión hacia el mundo de la ciencia, tecnología y todo lo que tenga que ver con los descubrimientos del universo.
Entre 1969 y 1972 un total de 12 astronautas de la NASA viajaron hacia la Luna para investigar nuestro satélite natural. Desde ese entonces, la agencia espacial norteamericana hizo una enorme pausa en los viajes lunares que espera romper esta década con la misión Artemis.
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Luna de Sangre
¿Cómo nace la Luna?
Es quizás el misterio más grande sobre la Luna. Hay diferentes teorías que hablan sobre su origen, pero muchas de ellas no tienen mucho sentido. Según Ámbito, la que cobra mayor fuerza es la que sugiere que un planeta del tamaño de Marte, llamado Theia, se estrelló contra la Tierra.
Este evento catastrófico habría ocurrido hace 4.500 millones de años durante la formación del Sistema Solar actual que conocemos. Entonces, los restos del impacto se habrían ido formando y quedando atrapados con la Tierra por la fuerza de gravedad de ambos cuerpos rocosos.
¿Se pudo haber desarrollado la vida?
De acuerdo con el misterio anterior pareciera que no, en la Luna nunca hubo vida. Sin embargo, hay registros de que este satélite fue en algún momento activamente volcánico. Por lo tanto este fenómeno pudo haber repercutido en la atmósfera del satélite creando condiciones para el desarrollo de un entorno agradable en su superficie. Pero todo es una teoría, ha sido hasta ahora incomprobable.
¿Qué pasó con el agua de la Luna?
Se sabe desde el 2009 que en la Luna hay agua. No obstante, no hay registro que detalle la cantidad, su origen y hasta las formas en las que se la puede encontrar. Por ahora se cree que solo está congelada. Pero con Artemis pretenden investigar los cráteres en donde fue señalada su existencia.
Saltos en la órbita
La Luna influye directamente en el comportamiento de los mares de la Tierra. Entonces, bajo este contexto, el mismo satélite registra unos movimientos extraños en los que pareciera salir, por unos escasos milímetros, de su órbita.
Los movimientos están regularizados y ocurren en ciclos de 18.6 años. Lo que no se sabe es porque ocurre esto, ya que en la mitad del ciclo la marea de los océanos sube y en la otra mitad baja la afluencia de agua.