Los datos antes mencionados son parte de un informe de la consultora Scentia, que refleja que en diciembre las ventas en todos los canales (hiper, chinos y barrios) de todo el país crecieron 1,4 por ciento, muy por debajo del 7,7 por ciento de alza que se dio en noviembre. Visto por zonas, en el AMBA las ventas crecieron 2 por ciento contra 8,2 de mejora en noviembre; mientras que en el interior quedaron al borde de entrar en terreno negativo: en diciembre, crecieron 0,9 por ciento, contra un alza de 7,3 por ciento en noviembre.

Naturalmente, la liberación de precios y la devaluación pegaron más duro en los barrios y se desplomó la venta en autoservicios y locales de cercanía o chinos: según Scentia, en diciembre las ventas en esos locales cayeron 2,9 por ciento, cuando en noviembre habían subido 5 puntos. En los hipermercados, en tanto, las ventas crecieron sólo 5,9 por ciento, cuando venían de un noviembre con una mejora del 10,4 por ciento. En el AMBA, en tanto, la desaceleración en ventas de los híper fue mayor y subió 4,1 por ciento.

Vale decir que en los hipermercados, además de la liberación de precios, lo que pegó negativamente en las ventas fue el final de los acuerdos de precios como Precios Justos, que en algunos casos explicaban hasta 15 puntos de la facturación total diaria de las grandes superficies.

Hacia adelante, todo empeora

En la gestión de Sergio Massa en Economía, la inflación se disparó de 7 puntos a cerca de 4 y luego retomó una senda alcista que la llevó al 12,7 por ciento, último mes de su gestión medido por el INDEC. Aún en ese escenario ultra inflacionario, el consumo nasivo venía teniendo números muy interesantes, en parte porque la recuperación de algunos ingresos mejoraba muy poco o le empataba a la inflación, porque había acuerdos de precios y porque no había liberación de precios en otros rubros.

Por todo esto, y se verá en los números a continuación, es un récord el nivel de congelamiento económico que se dio en sólo un mes del gobierno de Milei. Puesto en cifras, la curva del consumo venía en un alza muy importante y terminó pinchándose muy fuerte en diciembre, justo ante el cambio de gobierno.

La serie histórica de la consultora Scentia muestra que desde mayo del 2023 el consumo masivo venía creciendo de manera ininterrumpida: un 1,3 en junio, 0,6 en julio, 5,2 en agosto, 8,5 en septiembre, 8 en octubre y 7,7 por ciento en noviembre. Estas cifras muestran que aún ante una inflación muy alta, la elasticidad del consumo a los precios fue bastante acotada. Pero la liberación de precios le puso un freno abrupto a ese fenómeno.

En los barrios, hubo sólo dos rubros que en diciembre sostuvieron sus ventas en terreno positivo. Alimentación, con un alza de 6 puntos, e Impulsivos (las golosinas que se consiguen al lado de las cajas), con más del 23 por ciento de alza. El resto bajaron, con las mayores perdidas en Bebidas, con más de 17 por ciento de caída.

Lo peor es que hacia adelante se vislumbra un escenario mucho peor:  en enero las ventas ya entrarán en terreno negativo y con tendencia a mantenerse allí. Fuentes del sector detallaron que, según cálculos internos, podría haber un desplome del índice general de consumo de «entre 10 y 12 puntos». De darse, será la primera vez desde la crisis del 2001 que se vería una cifra parecida.