Ginóbili recibe el traje naranja de sus hijos (NBA).
No es un jugador o miembro de alguna selección neerlandesa. El color anaranjado del saco recibido este viernes significa su ingreso a un lugar selecto, para pocos: el Salón de la Fama de la NBA. Se trata de Manu Ginóbili, el mejor basquetbolista argentino de la historia. Escribiendo una nueva página dorada en este deporte, su arribo se terminará de concretar este sábado, en un evento realizado en Massachusetts.
Manu brindó en la previa una pequeña conferencia de prensa para contar sus sensaciones, su alegría por este tremendo galardón. Y más allá de eso, fue particular el momento en el que se puso el atuendo naranja con la compañía sus tres hijos (Luca, Dante, Nicola). Subidos al escenario, el bahiense recibió de parte de sus niños la característica pilcha que se entrega a quienes entran al exclusivo salón. Antes era de color azul y, desde 2016, cambió a anaranjado.

Ginóbili con su atuendo especial (AFP).
El ganador de cuatro anillos con los San Antonio Spurs describió su estado actual: «Estoy muy contento, todo esto trae presión, nervios, pero ya preparé qué decir, ya están mis invitados. A disfrutar y a pasarlo con ellos que son la parte importante con las que estoy acá. Es una reunión de amigos, coaches, entrenadores, jugadores. Es celebrar lo que fue mi carrera y estoy muy contento».

Ginóbili es el primer argentino en ingresar al Salón de la Fama de la NBA (AP).
El bahiense, que jugó 16 temporadas en la elite del básquet, afirmó: “Es irreal estar en este momento. Uno no crece en la Argentina esperando que vaya a llegar a este lugar. Vengo de una ciudad chica en Argentina, apasionada por el fútbol. Mis logros más importantes son los logrados en forma colectiva. No tengo MVPs y todos esos reconocimientos, así que estoy acá por haber formado parte de grandes equipos. Es increíble”.