El jefe del Grupo Wagner tomó el cuartel del ejército ruso en Rostov y amenazó con entrar a Moscú.
Por Luciano Datsira
Según informa Reuters, testigos han confirmado que la columna ha superado la localidad de Voronezh, a medio camino entre Rostov y Moscú, a unos 500 kilómetros de la capital, y allí se han registrado enfrentamientos entre los soldados regulares y los milicianos.
En su primera reacción, el presidente Vladímir Putin habló por televisión y acusó de “traición” a los mercenarios, sostuvo que serán castigados y que ha dado las órdenes necesarias al ejército para restablecer el orden.
Mientras tanto, desde Kiev, el mandatario Volodímir Zelenski indicó que la revuelta demuestra que “la debilidad de Rusia es obvia” y ha advertido de que cuanto más tiempo mantenga Moscú a sus tropas y mercenarios en Ucrania, “más caos, dolor y problemas tendrá después” en su propio país.