Kozack advirtió sobre la necesidad de actuar «pragmáticamente» en la construcción de apoyo social y político de las reformas que implementa el Gobierno argentino, y la necesidad de llevar adelante «una consistente y bien comunicada política cambiaria y monetaria para apoyar de manera sostenida la acumulación de reservas y la desinflación».
La discusión sobre la política monetaria que tiene que implementar el gobierno libertario ocupa el centro de la escena. Milei, Caputo y el FMI no se ponen de acuerdo sobre el esquema. El ministro promueve la neoconvertibilidad, Milei apela a la dolarización sintética y el Fondo pide un régimen tradicional de flotación administrada.
Esto explica que luego de señalar que el objetivo del organismo sigue siendo «apoyar los esfuerzos de las autoridades para restaurar la estabilidad macroeconómica y sentar la base para un crecimiento próspero e inclusivo en Argentina». La vocera del FMI consideró que «en este momento, sería prematuro discutir modalidades para un potencial programa futuro».
Lo cierto es que el gobierno libertario no logra disipar la incertidumbre en los financistas. «Hay mucha inquietud en Washington», dijo una fuente del corazón financiero. «A las dudas sobre la sostenibilidad política del programa económico se suman nuevas incertidumbres», dijo.
«A la inestabilidad monetaria se le irá sumando la endeblez fiscal. Es el efecto Olivera Tanzi que trae aparejado consigo la licuadora», remató este especialista desde Washington. «Con tasas negativas es imposible imaginar un desenvolvimiento normal del mercado de cambios».
Fuente: FMI – LPO