El ministro de Economía, Sergio Massa, viajará hoy rumbo a Washington donde se reunirá con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, con empresarios petroleros y representantes de fondos de inversión. Varios economistas se mostraron optimistas con que el funcionario conseguirá respaldo del ente internacional, aunque advirtieron que será más difícil conseguir divisas para reforzar la reservas del BCRA.
“Massa no tiene mucho plafón político para el largo plazo, porque la situación política y económica tiene malas proyecciones y considero que se centrará en objetivos para el corto plazo”, señaló el economista Camilo Tiscornia, director de la consultora C&T.
“Será difícil que pueda comprometer muchas cosas de fondo y a largo plazo y que llevará un objetivo de corto plazo, para conseguir algún tipo de financiamiento para las reservas”, continuó.
Y agregó: “Massa va a intentar prometer buena letra ante la Casa Blanca, abandonar el camino sinuoso tomado en referencia a aspectos internacionales como la guerra, no creo que Estados Unidos nos quiera bajar el pulgar, pero que nos aflojen más la plata la veo difícil”.
En tanto que al referirse a la búsqueda de inversiones en el sector privado, el economista estimó que “puede haber algo para el sector de Vaca Muerta o el energético”, en declaraciones a NA.
También explicó que la industria petrolera “es un sector acostumbrado a invertir en países de alto riesgo, aunque el escenario argentino es muy incierto”. “Si se consiguen negocios o inversiones con esos sectores, tendrá que ofrecer algo muy jugoso y entregar mucho, para convencerlos de que vengan a invertir”, añadió Tiscornia.
Por su parte, Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, sostuvo que Massa “podrá mostrar éxitos, como poner en marcha la segmentación de tarifas, frenar el financiamiento del Banco Central y calmó los mercados, porque hay que recordar que el dólar blue llegó a estar a $ 350 y hoy está por debajo de los $ 300”.
Consideró que el viaje se hace después de un mes en ejercicio del titular del Palacio de Hacienda obteniendo algunos éxitos y que “probablemente tendremos un plan económico con el FMI”.
Beker señaló: “Sergio Massa está muy condicionado por la situación política, como para lograr grandes inversiones del sector privado. Podrá conseguir alguna promesa de inversiones en el sector del petróleo y el litio, aunque será difícil, con la situación política actual, más aún después de lo que pasó con la vicepresidenta”.
En cuanto a las negociaciones con el Fondo, Beker opinó que “se debería esperar una ratificación del acuerdo y acordar con la entidad un plan económico hasta las elecciones que ahora no lo tenemos”.
“El ministro de Economía, Sergio Massa, va a ir a mostrar que la hoja de ruta se viene cumpliendo, que hay avances salvo en el tema de las reservas, pero si acuerda estos días el nuevo mecanismo del dólar soja, y los exportadores comienzan a liquidar, habrá logrado buenas condiciones”, concluyó.
Según Pablo Fernández Blanco, en su columna de La Nación, «El ministro se reunirá personalmente con (Mauricio Claver-Carone) el presidente de BID. Al momento de la despedida, espera llevarse un giro en cuotas de al menos US$800 millones. Para poner la cifra en perspectiva: representa el 65% de las reservas netas del Banco Central en una semana promedio del último tiempo. El dinero puede justificar el mal trago de Mayans y de la vicepresidenta. Falta saber si Claver-Carone desoirá el reclamo de los legisladores republicanos, que exigen cesar los préstamos para la Argentina.
Detrás de la plata en juego hay una historia de desencuentros. Unos US$500 millones corresponden a un crédito denominado SDL, un tipo especial destinado a solucionar problemas macroeconómicos. Se acordó en la época de Martín Guzmán y es de desembolso inmediato. Debía estar listo para el segundo trimestre de este año, pero no llegó. La tensa relación entre Beliz y Claver-Carone, según relatan en Casa Rosada, es el dique que frenó la llegada de los dólares. Caída esa pared, los recursos deberían discurrir.
Economía va por otros premios.
Es una tarea que Massa le delegó a su primera línea, integrada por Leonardo Madcur, Raúl Rigo, Gabriel Rubinstein, Eduardo Setti, Lisandro Cleri y Marco Lavagna, cuyas funciones hoy exceden los límites del Indec y llegan hasta los organismos internacionales de crédito.
El equipo inició contactos con Ilan Goldfajn, encargado del FMI para el hemisferio occidental. Algunos viajarán antes que el ministro. Sobrevuela la posibilidad de discutir la llegada, más adelante, de US$1300 millones adicionales para el país.
Debajo del dinero quedarán las promesas de no endeudar a la Argentina en dólares, una bandera olvidada de Guzmán, o el hecho de que el Frente de Todos, con Cristina Kirchner a la cabeza, le adjudicó la decisión de financiar la campaña presidencial de Mauricio Macri al organismo al que ahora se le pide un favor.
Fuente: Perfil – La Nación