El Gobierno de Javier Milei comienza a experimentar una suerte de envejecimiento prematuro.
Los datos mostrados por el Indec esta semana sobre la industria manufacturera, fueron desafiantes en un país que se reprimariza a alta velocidad. La industria cayó un 21,2% interanual en marzo y un 6,3% respecto del mes previo. Ninguno de los quince sectores considerados tuvo una variación positiva. El sector automotor cayó el 25,2% y y Maquinaria y equipo –en plena cosecha–, cayó el 37,9%. La construcción, intensiva en mano de obra, cayó el 42,2%; lo que significa prácticamente la paralización de la obra nueva. También el empleo registrado a partir del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) muestra que se perdieron 100 mil puestos de trabajo formales desde agosto de 2023.
Es esperable que el derrumbe de la actividad industrial no impacte en esta magnitud en el PBI por el encendido del motor exportador. Las exportaciones evaluadas por cantidades aumentaron un 18,6% sobre el año anterior (41,2 en productos primarios) y se importó casi un 20% menos, pero por precios se observa un deterioro del complejo exportador del 8,1%, lo que en parte explica la presión creciente de los sectores ruralistas por una devaluación de la moneda. Los rumores sobre el récord en la venta de silobolsas, permiten suponer una nueva discusión con el sector productivo más avanzado del país sobre la liquidación de la cosecha.
Las propuestas del Plan Pinedo tienen llamativos parecidos con el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) que se incluye en la ley Bases, ambos buscando introducir cambios estructurales a largo plazo en la economía del país. El objetivo fundamental del Plan Pinedo era impulsar una industria exportadora basada en materias primas nacionales mediante la implementación de incentivos cambiarios destinados a fomentar las exportaciones industriales.
A pesar de quedar en la historia argentina como un intento de restauración conservadora, el plan tenía su costado keynesiano hoy inexistente, ya que incluía medidas como la compra estatal de excedentes de cosechas, la financiación de la industria y de la vivienda popular. Además, se planteaba un control selectivo de las importaciones y extrañamente contemplaba la nacionalización de los ferrocarriles.
A pesar de su aprobación en el Senado a finales de 1940, el Plan Pinedo no consiguió ser tratado en la Cámara de Diputados debido a la oposición del Partido Conservador y la UCR y se archivó tras el golpe nacionalista de 1943.
Promesas sobre el bidet
Hoy como ayer, el experimento de una integración al mundo sin restricciones parece tener dificultades de legitimidad parlamentaria. Uno de los problemas de la ley Bases es la contradicción entre las promesas que se hacen (por ejemplo, acceso al mercado “libre” de cambio a las empresas que entren en el RIGI) y la actualidad económica. El sector conversador del Gobierno encabezado por Guillermo Francos se ha despedido de tener una votación favorable en el Senado, y la expectativa de máxima es que vuelva con modificaciones a Diputados.
El ministro del Interior, Guillermo Francos
Quienes desde el oficialismo llevan la cuenta fina del voto de los senadores, miran con preocupación que no resulta tan sencillo fisurar el bloque de Unión por la Patria, y que al menos cuatro legisladores de otros bloques, son proclives al rechazo. Incluso se puede producir un empate épico en 36 votos y que Victoria Villarruel tenga que desempatar. Pero aún en el caso de que vuelva a Diputados, muchos de sus miembros han recibido el impacto de haber dejado pasar cosas extrañas e incluso errores del proyecto de ley que ya tiene media sanción, por ejemplo, que puedan blanquear los hermanos de los funcionarios, o la nueva doctrina: la respuesta positiva en caso de silencio administrativo que podría generar situaciones bizarras.
Montaña rusa
Las presiones sobre Luis Caputo son cada vez mayores, no sólo no puede abrir el cepo cambiario, sino que procrastina toda deuda como con las empresas eléctricas con bonos –que éstas rechazan–. Como pasó tantas veces en la historia argentina los rumores sobre el posible reemplazo del ministro son la comidilla del mundo político y financiero.
El ministro de Economía, Luis Caputo
Pero Caputo cuenta con la baja de la inflación a un dígito, factor que ya es festejado por el ecosistema mediático libertario. En la primera mitad de 2023 la inflación era alta, pero de un dígito, pero de julio a agosto prácticamente se duplica pasando de 6,3 a 12,7%. Volver a julio parece ser una meta codiciada.
La pregunta es si se puede mantener en el tiempo el apoyo popular al Gobierno de Javier Milei. Las palmadas en la espalda internacionales ayudan comunicacionalmente para llenar el espacio vacío, pero nunca fueron un factor interno decisivo. Por eso el oficialismo se apalancó discursivamente en el paro, para mostrar que “los mismos de siempre” acechan. Lo particular es que toda la dirigencia política observa el desarrollo demoscópico, especialmente los dirigentes del PRO que están prestos a abandonar al barco creado por Mauricio Macri.
Quizás la remodelación del Gobierno sea el verdadero Pacto de Mayo.
Fuente: Perfil
Por Carlos De Angelis (Sociólogo) @cfdeangelis