9 diciembre, 2024 22:33
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El día que Fidel Castro le regaló una isla cubana a Alemania oriental

El 18 de agosto de 1972 el Aktuelle Kamera, el noticiero de la televisión estatal de la entonces República Democrática Alemana (RDA) emitió un sorprendente reportaje.

Informaba sobre la ceremonia de transferencia de soberanía de una isla en el Caribe que el entonces líder cubano, Fidel Castro, le había regalado a Alemania oriental.

Se trataba de la que entonces se llamaba Cayo Blanco del Sur, un islote de 7 km2, de 500 metros de ancho y 15 km de largo ubicada en el Golfo de Cazones.

Ese día, la isla cambiaría de nombre para llamarse Cayo Ernesto Thaelmann o Ernst-Thälmann-Insel en honor al político comunista alemán Ernst Thälmann, que había sido líder del Partido Comunista de Alemania (KPD) durante la mayor parte de la República de Weimar y quien fue fusilado en 1944 por orden de Adolfo Hitler.

Durante la ceremonia de transferencia de soberanía de la nueva Isla Ernesto Thaelmann, el Aktuelle Kamera mostró también en su noticiero la inauguración de un busto de Ernest Thälmann.

Allí presentes estaban el embajador alemán y varios de sus delegados con decenas de representantes cubanos.

La historia

Todo empezó durante una visita oficial de Fidel Castro a Berlín, en junio de 1972.

Había sido invitado por Erick Honecker, el entonces secretario general del Partido Socialista Unificado, la principal formación política de la RDA.

Se dice que el político alemán le entregó como regalo a Castro un oso de peluche, el símbolo de Berlín.

Castro, sin embargo, fue más generoso. Su regalo para Alemania oriental: la isla caribeña.

Fidel Castro y Erich Honecker

Erick Honecker (izq) con Fidel Castro, durante la visita oficial de este último a la República Democrática Alemana en 1972. Fuente de la imagen,Getty Images

Según informan los diarios de la época, en el edificio del Consejo de Estado, el líder cubano extendió frente a Honecker un mapa de Cuba y le apuntó a una pequeña isla que formaba parte del archipiélago de los Cayos Blancos del Sur.

Castro le explicó a Honecker que el regalo de Cuba para la RDA estaba «en la Bahía de Cochinos, donde invadieron los imperialistas”.

Castro anunció entonces que la isla sería renombrada en honor de Ernesto Thälmann, “en memoria de un hijo ejemplar del pueblo alemán”.

El líder cubano le dijo también a sus anfitriones alemanes que la pequeña playa del islote deshabitado sería llamada “playa RDA”.

El objetivo de este pequeño territorio de 500 metros de ancho y 15 km de largo que Cuba le regalaba a la RDA era convertirlo en un «destino turístico comunista» para los germano orientales.

El homenajeado, Enst Thälmann, que hoy es considerado el padre del movimiento marxista-leninista en Alemania, había sido arrestado en 1933 por la Gestapo, y después de permanecer encarcelado en confinamiento solitario durante 11 años, fue fusilado en 1944 por orden de Adolf Hitler.

Monumento a Ernst Thälmann en Berlín

Ernst Thälmann hoy es considerado el padre del movimiento marxista-leninista en Alemania. Fuente de la imagen,Getty Images

Isla olvidada

El plan de crear un destino turístico comunista en el Caribe nunca se llevó a cabo debido a los problemas económicos que vivía el país.

Y la isla, que desde ese día en junio de 1972 era un territorio alemán, permaneció intacta con sus formaciones de arrecifes altamente desarrollados y una serie de especies en peligro de extinción, como coral negro y peces ornamentales de los arrecifes.

En Alemania oriental la noticia, no pareció tener mayores repercusiones.

A ningún ciudadano de la RDA se le permitió pasar sus vacaciones en el lejano paraíso caribeño.

Los germano orientales se preguntaban cómo podrían llegar hasta el Caribe si difícilmente se les permitía viajar a Hungría.

Poco a poco la Isla Ernesto Thälmann cayó en el olvido.

Después de la reunificación en 1990, Alemania no reclamó el territorio.

Según se dijo, el “regalo” del gobierno cubano no había sido tal. Más que una concesión real, se informó, había sido “un gesto simbólico”.

Tras la caida del muro de Berlín, Eric Honecker, quien llegó a ser presidente de la RDA hasta 1989, se exilió en Chile donde permaneció hasta su muerte en 1994.

Y también el hombre que dio nombre a la isla caribeña alemana quedó olvidado con el paso del tiempo.

En 1988, la isla fue golpeada duramente por el huracán Mitch, destruyendo el busto de Ernesto Thälmann.

Hoy la isla continúa deshabitada y el único recordatorio de que alguna vez fue un territorio alemán, son los restos en la arena de esa estatua de su “hijo ejemplar”.

Fuente: BBCNews

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