26 julio, 2024 23:30
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Dólar: dos modelos alternativos para una potencial unificación cambiaria

Un estudio de Fundar, escrito por Pablo de la Vega, Emiliano Libman y Guido Zack, intentó establecer cuáles son los factores que tendrían que ocurrir para ir hacia una unificación cambiaria y cuál es el modelo más beneficioso para la compleja economía argentina. 

Si hay un tema recurrente en la Argentina desde décadas es el dólar y sus efectos sobre la economía. Pasaron distintos gobiernos de diferentes signos políticos o matices y, sin embargo, la mayoría de los argentinos ya casi naturalizó que el país convive con una economía bimonetaria. En este marco, un estudio realizado por Fundar, escrito por Pablo de la Vega, Emiliano Libman y Guido Zack, intentó establecer cuáles son los factores que deben darse para ir hacia una unificación cambiaria y cuál es el modelo más beneficioso para la compleja economía argentina.

Dólar: un breve análisis de lo que tenemos (y hacia dónde vamos)
  • Marco normativo (acá tenemos la aparición de múltiples tipos de cambio). Estos son dólar ahorro, dólar oficial, dólar blue, dólar MEP, dólar CCL, dólar lujo, dólar Netflix, entre otros.
  • El actual esquema cambiario opera de facto como un desdoblamiento opaco con un segmento comercial fuertemente intervenido y otro segmento financiero “libre”, en donde las autoridades han intervenido con instrumentos, como la compra y venta de títulos públicos en el segmento MEP y CCL.
  • La brecha cambiaria opera como un termómetro de las expectativas y genera incentivos constantes a arbitrar entre las diferentes cotizaciones de dólar, de manera que sea posible obtener importantes retornos para quienes pueden acceder a un valor bajo y vender a otro más elevado.
Dólar múltiple: ¿cuáles son las consecuencias?

Estos factores impactan contra el crecimiento económico y la acumulación de reservas. Tampoco atraen inversiones, ni facilita el ingreso de dólares para financiar inversiones o cobrar pagos en el exterior, porque, en términos generales, las divisas deben liquidarse al tipo de cambio oficial al momento del ingreso, y sólo es posible recomprar dólares a un tipo de cambio más alto.

Pero Fundar también afirma que “la estructura de precios relativos que resulta del actual esquema cambiario tampoco es adecuada para estimular el crecimiento”.
“Idealmente, el sistema de precios debería fomentar la oferta transable local, es decir, premiar a las exportaciones (en especial, de alto valor agregado) y promover la sustitución de importaciones”.
En definitiva, en la actualidad coexiste un esquema de tipos de cambio múltiples en donde “los participantes no tienen claridad y certidumbre sobre las reglas y el funcionamiento del mercado de cambios, y en donde el segmento “financiero” está sujeto a intervenciones poco transparentes”, asegura el informe.

Dólar: ¿se puede ir a una unificación del tipo de cambio?

En principio, desde Fundar afirman que no. Por dos factores clave: la acumulación de reservas es una condición necesaria para estabilizar la economía. Pero también porque un aumento del tipo de cambio (es decir, una devaluación) se trasladaría a los precios y puede resultar en una espiralización generando una inflación mayor a la actual.

Otra consecuencia es que el sector público y privado podrían enfrentar dificultades financieras por la suba del tipo de cambio. Para Fundar el ordenamiento de las cuentas públicas es “indispensable”.

Unificación cambiaria: dos modelos alternativos

Desde Fundar proponen un régimen transitorio de desdoblamiento o bien de unificación compensada con suba de retenciones. El primer esquema se basa en establecer de manera transitoria dos tipos de cambios oficiales, desarticulando buena parte de las regulaciones actuales y tomando una estricta decisión acerca de las actividades y flujos que pueden acceder a cada una de las cotizaciones del dólar. El segundo busca evitar la existencia de más de un valor para las divisas, pero compensando por la vía tributaria parte de los costos y beneficios asociados.

La propuesta para ir hacia un régimen cambiario de transición como proceso previo hacia la unificación debe estar ordenado por un objetivo primordial: mejorar la transparencia de la intervención en el mercado de cambios. Asimismo, todo régimen transitorio debe permitir que el Banco Central acumule reservas internacionales como reaseguro para que la brecha (o la compensación tributaria) se vaya reduciendo en el tiempo y como herramienta para converger a un sistema de tipo de cambio único sostenible.

Para Fundar un desdoblamiento cambiario “de facto” no funcionaría a menos que haya una flexibilidad “suficiente” como para ir transitando paulatinamente hacia una unificación. El siguiente cuadro muestra comparativamente las dos propuestas:

Conclusión

En ambos casos, “el objetivo final es un régimen de flotación sucia o administrada con mayor movilidad de capitales, lo que no implica la ausencia total y absoluta de regulaciones relacionadas con la compra y venta de moneda, y activos denominados en moneda extranjera. La flotación permitiría reaccionar frente a diferentes contextos internacionales y shocks, pero con la posibilidad de intervenir en el mercado en caso de situaciones de apreciación que limiten la competitividad o devaluación que pongan en riesgo una eventual estabilización de la economía. La libertad en el movimiento de capitales impediría el surgimiento de tipos de cambio múltiples, con los incentivos adversos ya analizados”.

Fuente: Fundar – Ambito

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