La primera de varias misiones de la NASA -la agencia espacial de Estados Unidos-, destinadas a simular estancias en Marte llegó a su fin este sábado (06.07.2024) en Houston, Texas, luego que cuatro voluntarios abandonaran el prefabricado hábitat marciano tras más de un año de encierro.
Dos mujeres y dos hombres habían pasado los últimos 378 días en el interior del Mars Dune Alpha, una estructura aislada de 160 metros cuadrados en el Centro Espacial Johnson de Houston, diseñada para imitar las condiciones del planeta rojo.
El astronauta y subdirector de Operaciones de Vuelo de la NASA, Kjell Lindgren (de azul), habla mientras los miembros voluntarios de la tripulación (de izquierda a derecha), Kelly Haston, Ross Brockwell, Nathan Jones y Anca Selariu, salen de la primera misión simulada de hábitat en Marte, en el Centro Espacial Johnson.
Anca Selariu, Ross Brockwell, Nathan Jones y la líder del equipo, Kelly Haston, estuvieron confinados dentro de un hábitat «marciano» como parte de una investigación de la NASA sobre lo que se necesitará para llevar humanos a Marte.
Ahí cultivaron hortalizas, hicieron caminatas «marcianas» y operado bajo lo que la NASA denomina «factores estresantes adicionales», como retrasos en la comunicación con la «Tierra», incluidas sus familias, aislamiento y encierro.
Sin embargo, los cuatro resurgieron el sábado radiantes, emocionados y con el pelo solo un poco desordenado.
«Hola. Es realmente maravilloso sólo poder saludarlos», dijo entre risas la bióloga Haston.
«De verdad espero no llorar aquí frente a todos ustedes», dijo Jones, un médico de urgencias que estuvo a punto de quebrarse al ver a su esposa entre la multitud.
Hábitat marciano fue impreso en 3D
El hábitat, bautizado como Mars Dune Alpha, es una instalación impresa en 3D de 160 metros cuadrados, con dormitorios, un gimnasio, áreas comunes y una granja vertical para cultivar alimentos.
Contaban con un área separada por una esclusa llena de arena roja y donde el equipo se ponía trajes para dar «Marswalks» (caminatas marcianas).
Steve Koerner, subdirector del Centro Espacial Johnson de la NASA dijo a los asistentes que fue un año de «ciencia determinante, la mayor parte basada en la nutrición y en cómo afecta su desempeño».
Esta misión es la primera de una serie de tres planificadas por la NASA agrupadas bajo el título CHAPEA (Misión Análoga de Exploración de Rendimiento y Salud de la Tripulación, por sus siglas en inglés).
Están previstas otras misiones CHAPEA en 2025 y 2027.
En el marco de su programa Artemis, Estados Unidos planea enviar humanos de regreso a la Luna para aprender cómo vivir allí a largo plazo y ayudar a preparar un viaje a Marte, que se daría hacia finales de la década de 2030.
Fuente: DPA – AFP