Riquelme e Ibarra, jefe de fútbol y DT. FOTO JORGE JUNES
LEANDRO CONTENTO
“Quisiéramos jugar de visitante de la misma manera que lo hacemos de local”, deseó Juan Román Riquelme post empate 0 a 0 en el Cilindro y previo a la igualdad sin goles ante Central en la Bombonera, donde el público de Boca hizo sentir su descontento con el equipo y con algunas decisiones del Consejo de Fútbol como la elección del DT y la no renovación de contrato de Agustín Rossi, otra vez héroe bajo los tres palos.
La última vez que Boca sumó de a tres en condición de visitante fue en la cuarta fecha de la Liga Profesional, en aquel 3 a 1 ante Barracas Central con goles de Villa, Pol y Zeballos. Battaglia era el DT y el Cali Izquierdoz, el capitán de un equipo que buscaba llegar bien parado a los octavos de final de la Copa con Corinthians. De ahí en más, Boca solo cosechó sinsabores jugando fuera del Templo: 0-0 con el Timao; 1-2 con San Lorenzo; 0-2 con Argentinos; 0-3 con Patronato y 0-0 con Racing, con Rossi de figura.
Frente a Racing, Boca jugó un pésimo primer tiempo que derivó en la pelea en los vestuarios de Carlos Zambrano y Darío Benedetto, quienes hoy cumplirán la segunda fecha de suspensión impuesta por el Consejo de Fútbol. Mostró un imagen apática, cediendo peligrosamente el protagonismo y dilapidando una nueva oportunidad para prenderse en la pelea (está a nueve del líder Atlético). En el ST mejoró y hasta estuvo cerca de ganarlo, aunque en el balance el punto no fue positivo.