Por Julián Guarino – DIRECTOR DE ÁMBITO FINANCIERO.
En esa línea, vaticinó que el Gobierno deberá ceder a los aumentos de tarifas, una tasa de interés arriba de la inflación, un crawling-peg en el nivel de la inflación, una morigeración de la paritaria del sector público, reducción de los planes sociales y, tal vez, nuevos aumentos de impuestos. Todo eso para obtener los próximos desembolsos.
Sorpresa y media. O no tanto. A la vuelta de la esquina, y ante la negativa del FMI para desembolsar por estas horas los u$s7.500 millones que prometió para dentro de dos o tres semanas, el Gobierno le dio curso a la ampliación del swap con China. Una lectura gruesa se impone: China actuará esta semana y por algunos días más como el prestamista de última instancia, el mismo rol que hace algunas décadas instauró Bretton Woods para el FMI. El giro se hizo temprano en la jornada de ayer por u$s1.700 millones y para pagarle al Fondo se sumaron los u$s1.000 millones adicionales de la Corporación Andina de Fomento (CAF). Para algunos, en medio de una negociación secreta, el FMI se fue de vacaciones y dejó a la Argentina en manos de China.
Las discusiones de Sergio Massa con Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental, decantaron en lo que el ministro anunció el lunes, luego del Staff Level Agreement (SLA) del FMI que selló un acuerdo pero no un rápido desembolso, habilitando ahora un camino burocrático hasta obtener el visto bueno del board del organismo. Valdés, exministro de Finanzas de Chile (y extitular del banco central de ese país), había sido de 2009 a 2012 subdirector en los Departamentos del Hemisferio Occidental y de Europa del FMI. Permeable a los intereses de Alemania y Japón, decidió la suerte (temporal) del acuerdo y le imprimió su receta.
¿Habrá una sorpresa esperando al final de esta pendiente que es la carrera electoral? El acuerdo corto por la quinta y sexta revisión del FMI se ha consolidado como una especie de tutor de la realidad cuyas ramificaciones alcanzan a atenazar una parte del debate social. Anudada aquí y allá, la frágil enredadera de lo cotidiano sorprende a propios y extraños. Como ocurre con Wally -el curioso personaje que hay que hallar en los juegos para niños- la redonda cara de Kristalina Georgieva aparece en todos lados.
Primera conclusión es que, en los últimos años y a fuerza de tensionar la relación con el Gobierno, el FMI se ha metido en cada una de las discusiones que hoy orbitan en la esfera económica argentina. Déficit, emisión monetaria, saldo comercial, reservas, tipo de cambio y muchas otras mensuras. De ahí podrán derivarse, más adelante, algunas conclusiones adicionales, tanto políticas como económicas, sobre el porvenir.
Así se entiende el “toma y daca” de la secuencia. Por un lado, el SLA y el desembolso comprometido en dos etapas, la primera de ellas a mediados de agosto por u$s7.500 millones. Por otro, las medidas que anunció el Gobierno y que, atención, engendrarán otras próximamente. Por listar algunas reacciones que comienzan a acampar a sus anchas: gracias al dólar agro -que no es dólar soja- los $340 que impone por billete en una cotización diferenciada logró una parte del objetivo: en seis días de vigencia, ya reunió los primeros u$s1.000 millones y las proyecciones son de otros u$s1.000 millones para los próximos días.
Pero hay más. El operativo puente pensado para pagarle al FMI en estas horas marcha con viento a favor. Como se dijo, Massa confirmó que se pagó al FMI gracias a un crédito de la CAF y la habilitación de los muy valorados yuanes chinos. En un mensaje de 6 minutos, el titular del Palacio de Hacienda y precandidato a presidente de Unión por la Patria (UXP) dijo que el viernes último se había cerrado un acuerdo con la CAF.
En otra gestión contra reloj, quedó también habilitado el segundo tramo “de libre disponibilidad” del swap con China. El dato conocido en las últimas horas es que se podrá utilizar también para cursar importaciones, lo que no deja de ser una herramienta adicional que podrá utilizar el Gobierno para quitar presión sobre las reservas. No por nada, China es el principal origen de las importaciones argentinas en Bienes Intermedios (33%), Bienes de Capital (30%) y piezas y accesorios (22%), la electrónica, la industria química, la agroquímica y el sector automotor.
Plazofijismo, suba de tasas y dólar
Otro desprendimiento del acuerdo con el FMI es la recomendación del organismo de mantener las tasas reales positivas. Eso implica que podría tenerse una suba adicional de tasas en el corto plazo.
El objetivo sería no sólo evitar una salida de pesos de las entidades bancarias en la búsqueda de cobertura dolarizada, sino también asegurarse recursos del mercado de deuda. La especulación es esta: si la inflación se sostiene en niveles elevados, en probable que el Gobierno deba ofrecer más bonos ajustables por CER.
Parte de la ecuación, en julio la cotización del dólar blue trepó un 12% y superó a la inflación. A eso debe sumarse que, desde comienzos de año, la tasa nominal anual (TNA) del plazo fijo tradicional escaló hasta el 97% registrado en mayo, que pareció convencer a los inversores a partir de una desaceleración en la suba del índice de precios al consumidor (IPC).
¿La tasa efectiva anual (TEA)? Se encuentra en el 154%. ¿Peligros para el inversor? Que la inflación o la devaluación superen lo que marca la entidad financiera por un depósito. Pero existiría una estrategia alternativa: el plazo fijo UVA.
Fuente: Ambito