Por FRANK JORDANS y SETH BORENSTEIN

El texto fue aprobado por los países tras una semana de reuniones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en la localidad suiza de Interlaken. Eso significa que los gobiernos han aceptado sus hallazgos como recomendaciones autorizadas en las que basar sus medidas.
Al inicio de la reunión, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió a los delegados que el planeta “se acerca al punto de no retorno” y que corren el riesgo de incumplir el límite de 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit) de calentamiento global desde la era preindustrial.
Hace casi ocho años, los gobiernos acordaron en París tratar de limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados Celsius o al menos mantenerlo por debajo de los 2 grados Celsius (3,6 Fahrenheit). Desde entonces, los científicos han afirmado cada vez con más urgencia que rebasar el umbral más bajo supondría un grave peligro para la humanidad.
Las temperaturas globales medias ya han subido 1,1 grados Celsius (2 grados Fahrenheit) desde el siglo XIX, pero Guterres insistió la semana pasada en que el objetivo de 1,5 grados sigue siendo posible “con reducciones de emisiones rápidas y profundas en todos los sectores de la economía global”.
El informe del IPCC se conocía después de que el comité dejara claro hace dos años que el cambio climático está claramente causado por la actividad humana y revisara sus predicciones para una serie de posibles situaciones futuras, en función de cuánto gas de defecto invernadero siguiera emitiéndose a la atmósfera.
Otros tres reportes especiales del IPCC se centraron en los océanos, la tierra y el objetivo de 1,5 grados. La siguiente ronda de informes no se publicará hasta la segunda mitad de esta década. Para entonces, según los expertos, podría ser demasiado tarde para tomar más medidas que permitan alcanzar el ambicioso objetivo.
El reporte de síntesis del lunes jugará un papel fundamental cuando los gobiernos se reúnan en Dubái en diciembre para las conversaciones climáticas de este año auspiciadas por Naciones Unidas. Será la primera cumbre en analizar los esfuerzos globales por reducir emisiones desde el acuerdo de París, e incluirá peticiones de países más pobres que reclaman más ayuda.
El jefe de Naciones Unidas señaló hace poco que las empresas de combustibles fósiles deberían entregar parte de sus enormes beneficios para ayudar a las víctimas del cambio climático.
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Borenstein informó desde Kensington, Maryland.
Fuente: AP