Miembros de Antifa, en una protesta.
El tirador que intentó asesinar a a Donald Trump durante un acto de campaña este martes 13 de julio se llamaba Mark Violets, según fuentes oficiales de Estados Unidos. Y Antifa es el movimiento al que pertenecería Mark Violets, el hombre al que se identificó, sin pruebas concretas, como el presunto atacante de Donald Trump.
Se trata de una abreviatura de «antifascista» y se refiere a un movimiento diverso y descentralizado compuesto por activistas y grupos norteamericanos que se oponen al fascismo y a otras formas de opresión y autoritarismo.
El movimiento Antifa no tiene una estructura formal o liderazgo centralizado, y sus miembros pueden variar ampliamente en sus creencias y tácticas.
Sin embargo, dicen compartir un compromiso común en contra del fascismo, el racismo, la xenofobia, el sexismo, la homofobia y otras formas de discriminación y opresión.
El movimiento tiene sus raíces en la lucha contra los movimientos fascistas en Europa durante el siglo XX, especialmente en la resistencia contra el nazismo en Alemania y el fascismo en Italia.
Los movimientos antifascistas de esa época participaron en diversas formas de resistencia, desde protestas pacíficas hasta la lucha armada.
El movimiento Antifa, al que en algún momento Trump consideró terrorista, es objeto de controversia y críticas. Algunos críticos, especialmente desde sectores conservadores, argumentan que sus tácticas, particularmente las acciones directas y confrontaciones físicas, son demasiado extremas y contraproducentes. También han sido objeto de acusaciones de violencia y vandalismo en algunas protestas.
Por otro lado, defensores de Antifa argumentan que su enfoque es necesario para combatir el resurgimiento de movimientos fascistas y de extrema derecha, y que la acción directa puede ser una respuesta legítima frente a la amenaza de la violencia y la opresión.
Fuente: Propias – C5N – TN – C3
