Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero con la ayuda de Eric Rubens, un reconocido fotógrafo de viajes californiano que acaba de visitar la República de Malta, tendrás ambas cosas -relato e imagen- para hacerte una idea más que completa de lo que es viajar a este paraíso mediterráneo compuesto por 3 islas (Malta, Gozo y Comino) que albergan ciudades históricas, pueblos pintorescos, calas recónditas e imponentes acantilados.
En compañía de su esposa Kayley, Eric ha exprimido al máximo su visita de 4 días a Malta, sumergiéndose en un conglomerado de culturas que se asentaron en este archipiélago a lo largo de la historia y dejaron su huella: desde la Edad Antigua (fenicios y romanos) a la época medieval (árabes, pueblos sicilianos y la Orden de Malta), pasando por la etapa colonial (franceses y británicos) hasta nuestros días. Una mezcla cultural única que han podido saborear a través de experiencias gastronómicas -desde cenas rodeados de ruinas hasta degustación de marisco en sencillos restaurantes a orillas del mar-; así como la variedad de idiomas que escucharon mientras hacían un paréntesis en un histórico café de 1837 o los lugares que visitaron, incluidos sitios Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y escenarios de películas y series de televisión.
Eric Rubens es un fotógrafo profesional asentado en California. Ha visitado 48 países y, según cuenta, encuentra su máxima inspiración después del amanecer o antes del atardecer, cuando el sol proyecta su luz más dorada (la llamada «hora dorada» o «golden hour»). En su primera visita a Malta ha sacado el máximo potencial a su cámara y viene cargado de fotos y recomendaciones.
Tras aterrizar en el país, una de las primeras paradas en el itinerario de Eric fue la ciudad amurallada de Mdina. Conocida como «Ciudad del Silencio», en la antigua capital de Malta prácticamente no hay vehículos, excepto los de sus 250 residentes que sí pueden circular por sus calles. Ubicada en una meseta que domina gran parte de la isla de Malta, Mdina es pura historia. Sus orígenes se remontan ni más ni menos que a la Roma imperial. Y esto se puede palpar, como explica Eric, paseando por sus estrechas y sinuosas calles empedradas repletas de edificios históricos e iglesias elegantemente ataviadas. Es como visitar un museo al aire libre. «Sientes como si viajaras en el tiempo miles de años atrás,» asegura Eric. «La atmósfera es genial. Es como si fueras el protagonista de una película».
El hecho de sentirse como en una película puede deberse a que Malta sea uno de los lugares favoritos entre los buscadores de locaciones cinematográficas. Aquí se han filmado grandes producciones como Gladiator, Troya, Assassin’s Creed, Napoleón y, más recientemente, Gladiator 2. Pero su fama internacional le viene de la mano de la aclamada serie Juego de Tronos. Varios rincones de la isla fueron protagonistas en Desembarco del Rey durante la primera temporada de la serie, como el puente de piedra que lleva hasta la imponente puerta barroca de Mdina. Para disfrutar aún más de la ciudad, Eric recomienda visitarla justo antes del atardecer. «Nunca he fotografiado algo así», afirma, y explica que todos los edificios están construidos con piedra caliza local. «Todos tienen ese tono uniforme, pero ese color cambia a medida que pasa el día. Lo que comienza siendo un amarillo blanquecino se convierte en un amarillo anaranjado, casi miel, según se acerca la hora dorada. Es simplemente bello».
Además de la magia de la luz de Mdina, Eric fue testigo de otros grandes momentos de los que pudo capturar impresionantes imágenes como, por ejemplo, la puesta de sol sobre el Agujero Azul (Blue Hole) de Gozo; las llamativas aguas azul cristalino de las calas de Comino y los escarpados acantilados marinos que se elevan cientos de metros sobre el Mediterráneo. Para Eric, era imprescindible conocer el archipiélago desde el agua, no solo explorar las islas hermanas de Gozo y Comino, a una media hora en ferry desde Malta, sino también poder descubrirlas desde otro ángulo. “De este modo, puedes hacerte una idea real de lo impresionante que es el litoral de estas islas”.
“Como fotógrafo, fue realmente divertido contar con tanta variedad en un mismo lugar”, dice Eric, y añade que el reducido tamaño del país (apenas una décima parte de la isla griega de Rodas) lo hace más fácil de explorar. «Ofrece grandes oportunidades para que los fotógrafos callejeros capturen escenas de la vida cotidiana en un lugar con tanta historia, pero también es posible fotografiar espectáculos naturales como sus acantilados y calas desde el agua. La variedad de imágenes está asegurada».
En solo 4 días, Eric y Kayley se movieron de isla en isla en ferry pasando por Gozo y Comino, vivieron experiencias de lo más auténticas en la isla de Malta, como una cata de vinos en un viñedo sostenible y una ruta de senderismo por un acantilado bordeando el mar, y terminaron su viaje con un encantador tour por la capital, la Valletta. «Visitar las tres islas es como vivir tres mini-vacaciones en una,» explica Eric.
Para Eric y Kayley, explorar las islas hermanas de Malta, Gozo y Comino fue «una experiencia verdaderamente Mediterránea».
Después de tomar el ferry rápido a Gozo, hicieron una excursión en barco con Outdoor Explorers bordeando la isla de Comino, la más pequeña del archipiélago, para adentrarse en las pintorescas cuevas y playas que la convierten en un lugar tan especial. Para ellos fue clave comenzar la visita temprano. «Recomiendo hacer este tour a primera hora de la mañana,» asegura Eric. «Nos detuvimos en la primera cala de Comino y fue increíble disfrutar de un lugar tan hermoso sin mucha gente alrededor».
El recorrido incluyó una parada en la Laguna Azul o Blue Lagoon, la playa más popular de la isla, conocida por sus aguas azules cristalinas y su arena blanca. Dado que fueron en primavera estaba menos concurrida de lo habitual. También se detuvieron en la bahía de Santa Marija, una playa más tranquila que puede ser una buena alternativa si visitas la isla de Comino en los meses de verano, en plena temporada alta.
Por la tarde, la pareja regresó a Gozo para explorar esta isla rural, con más áreas verdes y un ambiente relajado. No es de extrañar que sea el lugar preferido por los malteses para disfrutar de un fin de semana de desconexión. Su tranquilidad se percibe nada más poner un pie en ella. «Sentí que nadie tenía prisa, simplemente disfrutaban del día, sin más», señala Eric.
Durante el día también hicieron algunas paradas en lugares históricos (más abajo os lo explicamos) y una caminata en Wied il-Għasri, un exuberante valle en la costa norte de Gozo que conduce a una ensenada aislada perfecta para hacer un pícnic junto al mar o tomar el sol.
Al día siguiente, Eric y Kayley se animaron con una segunda caminata. Junto con su guía de MC Adventure, atravesaron acantilados a lo largo de la costa oeste de Malta, una ruta que Eric calificó como «uno de los momentos más destacados del viaje».
»Fuimos a la parte más remota de la isla, esa que solo los lugareños suelen conocer», dice. «Todo el tiempo estás al borde de un acantilado, con una impresionante caída de cientos de metros sobre el océano. Bajo tus pies, pequeñas bahías y cuevas. No nos cruzamos con una sola persona en todo el camino. Fue épico».
Un viaje «épico» es lo que Eric y Kayley buscaban para sus vacaciones y Malta cumplió sus expectativas. «La cantidad de historia en Malta me sorprendió,» confiesa Eric. «He estado en ciudades europeas con mucha historia, pero esto es otro nivel.»
El Parque Arqueológico de Ġgantija, en Gozo, transporta a los visitantes a otro milenio, ya que este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es anterior a las Pirámides. Dice la leyenda que este complejo de templos fue construido por gigantes; un mito que cobra cierto peso, teniendo en cuenta que están construidos con rocas de piedra caliza de más de 50 toneladas.
Con vistas a las arenas rojas de Ramla l-Ħamra, una de las mejores playas de Gozo, se encuentra la Cueva de Calipso, el lugar donde la ninfa Calipso mantuvo prisionero al héroe Odiseo durante 7 años en la épica obra La Odisea de Homero. Por seguridad, no es posible entrar a la cueva, pero es un punto privilegiado desde donde admirar la bahía de Ramla y la costa.
Este paseo a través de tiempo continúa en Valletta, la capital de Malta. La ciudad entera fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fundada en el siglo XVI por los Caballeros de la Orden de Malta, es el corazón palpitante de la isla. Aquí encontrarás desde la famosa pintura de Caravaggio La decapitación de San Juan Bautista (terminada en 1607) hasta la tienda de discos más antigua del mundo (D’Amato Records, fundada en 1885). Incluso podrás cenar en un restaurante ubicado en un palacio del siglo XVII (Gracy’s Brasserie). Y curiosamente, el tiempo lo marca dos veces al día -al mediodía y a las 4 de la tarde- el disparo de 8 cañones (Saluting Battery), tradición que se remonta al Gran Asedio de 1565, cuando los otomanos intentaron invadir la ciudad fortificada.
La Valletta se explora mejor a pie, sin agenda, y con un pastizzi en la mano (pastel maltés relleno de ricotta o guisantes). Eric y Kayley, pasaron su último día deambulando por la ciudad. También «puedes llegar al puerto y coger uno de los ferrys que van a las famosas Tres Ciudades de Malta: Senglea, Vittoriosa y Cospicua», aconseja Eric.
Según Eric, el Grandmaster’s Palace o Palacio del Gran Maestre es una visita obligada. «Incluso si no te gusta la historia, te sorprenderá». Quedó impresionado por los diferentes tipos de armas y armaduras que se exhiben en la Armería, considerada una de las mejores colecciones del mundo.
La Concatedral de San Juan de Malta es otro de los imprescindibles. «Aunque tengo predilección por los paisajes exteriores, el interior de esta catedral me sorprendió». Te encuentras con una muestra espectacular de arte sobre ti -una bóveda central con 18 frescos que representan escenas de la vida de San Juan Bautista- y, a tus pies, un suelo de mármol formado 400 lápidas de los 400 caballeros de la Orden, entre las que destaca la del fundador de la capital maltesa Jean Parisot de la Valette. Es un gran ejemplo del esplendor del Barroco, «había oro en todas partes», explica Eric. «No me lo podía creer».
Malta es un destino ideal para visitar todo el año, no solo en verano. De hecho, Eric y Kayley visitaron el archipiélago en primavera. «Recomendamos visitar las islas en primavera (abril-mayo) u otoño (septiembre-octubre). A nosotros nos permitió capturar momentos que de otra manera no habríamos podido experimentar», afirma Eric. «En Mdina, fue genial recorrer sus callejuelas y poder admirar pequeños rincones mágicos en solitario, sin multitudes».
De este modo, también pudieron interactuar más con los lugareños. «Se nota que el pueblo maltés está muy orgulloso de su historia y su patrimonio», dice Eric. «Disfrutan del hecho de haber tenido influencias de tantas culturas, que han dado lugar a este crisol cultural».
Una mezcla de culturas que también se puede palpar en su gastronomía. «Cada comida que probamos tenía algo diferente», indica Eric. «Se aprecia la influencia de las diferentes regiones del Mediterráneo en su cocina».
Destacan especialmente el pescado y marisco que degustaron en cada isla con sabores provenientes de Italia, España y Grecia y especias del norte de África. «Cuando viajamos no nos gusta comer siempre lo mismo, así que fue estupendo tener opciones tan variadas con ese toque maltés único», aclara Eric.
Especial mención merecen las frutas y verduras frescas del huerto orgánico del hotel boutique Mulberries; la pizza y pasta de Trattoria AD 1530 y el pescado fresco «estilo Mediterráneo» con vistas al mar en Terrazzo y Ember at Sea en Gozo y en el restaurante Roots de Marsaxlokk.
Entre los consejos que Eric compartiría con futuros viajeros que quieran visitar la isla, está el de contratar un guía turístico, al menos para una parte del viaje. «Nuestra guía Audrey nos ayudó mucho a poner en contexto los lugares que visitamos en Gozo y Valletta», dice. «En lugares con tanta historia, contar con un guía profesional añade valor al viaje».
Dicho esto, la pareja afirma no haberse sentido nunca fuera de lugar, ni siquiera en los pueblos más pequeños o en las zonas más rurales de las islas. «Fue muy fácil moverse por las islas» cuenta Eric, y añade que «incluso mis padres, que no son viajeros experimentados, podrían moverse por Malta sin problemas».
En resumen, para Eric, «en Malta tienes la experiencia costera, las playas y las excursiones en barco; deportes al aire libre como senderismo, kayak y esnórquel; e infinidad de lugares históricos».
«Hay un poco de todo para cada viajero», afirma efusivamente.
Fuente: travelzoo.com