21 noviembre, 2024 23:57
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Los recursos que tiene el Gobierno para contrarrestar el drenaje de reservas del BCRA

El Banco Central perdió 760 millones de dólares por un pago al FMI en un contexto en el que la salida de dólares y el escaso ingreso de reservas son preocupantes. El Gobierno corre contrarreloj para captar divisas. ¿Qué bocas tiene disponibles para conseguirlas?

ámbito.com | Pilar Wolffelt

Ante el severo impacto de la sequía y el exceso de demanda de dólares que hay por la conveniencia que representa importar productos con un fuerte atraso cambiario como el actual, el Gobierno tiene urgencia hoy en conseguir dólares y tratar de perder la menor cantidad posible de reservas del Banco Central (BCRA). Y es que, el mes pasado, el regulador monetario perdió 1.260 millones de dólares en el mes en total y cerró abril con 35.296 millones de dólares en sus arcas. En tanto, en lo que va de mayo, lleva vendidos ya 274 millones de dólares en el mercado oficial. A ese drenaje se suman los pagos que tiene que cumplir al Fondo Monetario (FMI), de hecho, el país desembolsó 760 millones de dólares de las reservas al organismo y la perspectiva, en el marco de un contexto complejo para el campo, no es buena, por lo que tiene que encontrar todos los mecanismos posibles para captar dólares.

Ante ese panorama, y viendo las herramientas disponibles, parece difícil detectarlas, pero el Gobierno tiene aún algunas bocas de captación de dólares posibles, según señalan los analistas.
Primer recurso: dólares de organismos internacionales

El economista Federico Glustein apunta que, la primera son los organismos internacionales de crédito. “Puede apostar a seguir insistiendo para que organismos internacionales, como la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), le otorguen dinero a través de distintos programas”, explica. De hecho, es un canal que el Gobierno viene trabajando fuerte, con viajes reiterados del ministro de Economía, Sergio Massa, para negociar nuevos desembolsos en los últimos meses.

Esa es una fuente de dinero que le permite obtener dólares más baratos que por otros mecanismos, más allá de los adelantos que puedan venir del Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque, como también explica Manoukian, debe seguir negociando con ese organismo para flexibilizar la meta de reservas, reducir el monto de los pagos netos de este año y adelantar desembolsos para evitar que la cuenta de los Derechos Especiales de Giro (DEGs) sea negativa y que el BCRA tenga que utilizar reservas propias en los giros al organismo.

Segundo recurso: nuevos espacios de comercio e inversiones

Y, en un sentido similar, tal como lo indica el economista Ricardo Aronskind, en ese «todo suma» que se mencionaba anteriormente, “el Gobierno puede recurrir, por por otro lado a distintos espacios económicos internacionales, con los cuales hay un gran potencial en materia de inversiones e incremento del comercio, para obtener un financiamiento sustancial que quiebre la especulación sobre el valor de la moneda”.

Esto se trata, según Manoukian, de obtener recursos adicionales, vía la cuenta financiera, como se viene haciendo con organismos financieros internacionales, el Fondo Saudí, inversiones de China, activación y utilización del swap y las negociaciones con Brasil para reducir la utilización de dólares en el intercambio comercial.

Sin embargo, Glustein aclara que esto “no implica que se consigan dólares directamente”, sino que lo que se hace es evitar que salgan dólares utilizando swaps o reales a través de un mecanismo de conversión directo a esas monedas para compensar al vendedor del otro país.

Tercer recurso: la pata financiera

Una estrategia que el Gobierno está llevando adelante es la de vender bonos de deuda soberana e intervenir con reservas para contener la brecha del dólar paralelo frente a la mayor dolarización de carteras y, también, se dispuso una suba de tasas de interés, que llegó al 91% nominal anual recientemente. Pero esas dos estrategias le cuestan dólares, por un lado, y, por otro, resuelven un problema urgente, pero abre un posible conflicto hacia adelante por el déficit cuasi fiscal que se amplía.

Por eso, también con una mirada financiera, Glustein arriesga que se podría avanzar con una nueva emisión de deuda de algunas empresas del Estado. Aunque aclara que “esto no es tan viable, es una posibilidad que existe emitir deuda de empresas, como YPF”, a través de alguna obligación negociable u otro activo para poder hacerse de dólares.

Cuarto recurso: el dólar agro o soja 3

Ya vemos que el dólar agro no está siendo eficiente y que se están fortaleciendo cada vez más la trabas al comercio exterior. No es que entran dólares, sino que básicamente casi no salen. Esas son tres bocas chicas, pero que funcionan como especie de paliativos.

Por otro lado, Manoukian menciona que el Gobierno viene ampliando y extendiendo los desdoblamientos cambiarios sectoriales (devaluaciones parciales), tanto para las exportaciones (“dólar soja/agro”), a fin de adelantar la liquidación de divisas, pero advierte que esto es “a costa de comprometer la oferta a futuro y generar impactos en los precios”,

El problema es que, como bien apunta economista del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz, Federico Zirulnik, pareciera “que los tipos de cambio diferenciales no tienen mucho más para aportar”. Y es que se esperaba 5.000 millones del dólar soja, y, por ahora, se hicieron realidad liquidaciones por casi 1.900 millones solamente.

“Ya vemos que el dólar agro no está siendo eficiente. No es que entran dólares, sino que básicamente casi no salen”, describe Glustein sobre esa problemática. Y cuando dicen que “no salen” se refiere a que el Gobierno viene ajustando cada vez más las importaciones. En ese sentido, ha decidido, por ejemplo, “seguir forzando postergaciones en el pago de importaciones, de manera que se alcanzó la deuda por importaciones es la más elevada desde el 2003”, según señala Manoukian.

Dólar: un panorama complejo

La situación, evidentemente, es muy compleja. La Argentina ya estaba encorsetada con un acuerdo con el FMI, que le resultaba complejo cumplir en condiciones habituales por las complicaciones habituales que nuestro país tiene en el frente externo, y se le complejizó aún más con la problemática que agrega una fuerte sequía.

Es por eso que, en un año electoral, con poco margen de maniobras por la debilidad que tiene la actual gestión, hace que tenga que recurrir a algunas posibles bocas de ingreso de dólares, que, aunque no son muy voluminosas, pueden funcionar como paliativos hasta las elecciones.

 

Fuente: Ambito

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