Las internas dentro del espacio político de La Libertad Avanza (LLA), liderado por Javier Milei, han comenzado a salir a la luz en los últimos tiempos, poniendo de manifiesto las diferencias entre dos figuras clave del movimiento: Santiago Caputo y Karina Milei.
Ambos, cercanos al líder libertario, han mantenido tensiones que reflejan no solo la pugna por el liderazgo dentro del frente, sino también las distintas visiones sobre cómo llevar adelante la estrategia política y económica del espacio.
Su perfil, más técnico y discreto, ha buscado consolidarse como el cerebro económico detrás de las promesas de reformas radicales que el candidato ha sostenido a lo largo de su campaña.
Por otro lado, Karina Milei, la hermana de Javier, ha jugado un papel fundamental en la construcción del relato político del espacio.
Si bien no es tan reconocida en términos técnicos como Caputo, su presencia mediática y su rol en la organización interna del partido han sido cruciales para posicionar a La Libertad Avanza como una alternativa de poder.
Karina se ha encargado en gran medida de las tareas de coordinación política y comunicación del espacio, tareas que la han acercado al núcleo más duro del kirchnerismo y otros sectores del frente opositor.
Diferencias estratégicas
El origen de la fricción entre Caputo y Karina Milei no parece ser personal, sino más bien una disputa sobre cómo debería organizarse el liderazgo y la comunicación de la fuerza política.
Según fuentes cercanas al entorno de La Libertad Avanza, Caputo ha cuestionado la forma en que Karina maneja las relaciones públicas y la imagen del movimiento, sugiriendo que algunas decisiones no siempre responden a criterios técnicos.
Por su parte, Karina ha señalado que las ideas de Caputo, aunque válidas desde el punto de vista económico, no siempre están alineadas con las necesidades políticas y de visibilidad del espacio.
En este contexto, la política de comunicación ha sido uno de los puntos más álgidos de la disputa.
Mientras que Caputo prefiere mantener un perfil más bajo, centrado en las propuestas y los discursos más técnicos, Karina aboga por un enfoque más agresivo y visible en los medios, tratando de mantener a Milei en el centro de la escena.
Esta diferencia de enfoques ha generado tensiones dentro del equipo, en momentos clave de la campaña.
El impacto de las disputas internas
Si bien estas tensiones no han trascendido públicamente de forma explosiva, sí se percibe en el entorno de La Libertad Avanza una creciente preocupación por la falta de cohesión interna en algunos aspectos.
En una coalición política que se caracteriza por ser heterogénea y por contar con diversos actores con perfiles muy distintos, las disputas internas son algo común, pero pueden convertirse en un problema serio si no se gestionan adecuadamente.
Para el movimiento liderado por Milei, esta clase de tensiones podría tener un impacto directo en su capacidad de presentar una propuesta unificada ante los votantes, además de dificultar la toma de decisiones clave en un escenario de alta competencia electoral.
El desafío será ver si los roces entre Caputo y Karina Milei pueden resolverse sin que afecten la imagen pública del líder de La Libertad Avanza, o si, por el contrario, estas diferencias abrirán más fisuras dentro de un espacio que ha logrado posicionarse como una de las fuerzas opositoras más fuertes en el país.
La relación entre Santiago Caputo y Karina Milei no solo refleja las tensiones inherentes a cualquier estructura política en crecimiento, sino también las diferencias fundamentales que pueden surgir cuando se combinan visiones técnicas con estrategias más orientadas hacia la política mediática.
En un contexto de campaña electoral y con la mirada del electorado sobre cada decisión, la resolución de estos conflictos internos podría ser determinante para el futuro de La Libertad Avanza.
Fuente: Agencia NOVA