Rescatistas buscan posibles víctimas entre los restos de un ataque israelí en la víspera, en Beirut, Líbano, el 11 de octubre de 2024. (AP Foto/Hassan Ammar)
Un ataque aéreo israelí mató a dos soldados libaneses e hirió a tres el viernes, informaron las fuerzas militares de Israel, horas después que el ejército israelí atacó los cuarteles de las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU en el sur del Líbano, lesionado a dos de ellos por segundo día consecutivo.
Los incidentes en que se vieron envueltos el ejército oficial libanés —que se ha mantenido en gran medida al margen del conflicto entre Israel y Hezbollah, grupo político-paramilitar apoyado por Irán- y la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en Líbano hicieron sonar las alarmas, cuando Israel amplía su campaña contra Hezbollah con oleadas de duros ataques aéreos en todo el país y una invasión terrestre en la frontera.
En el centro de Beirut, los equipos de rescate buscaban el viernes entre los escombros de un edificio derrumbado por sobrevivientes de un ataque aéreo israelí que la noche anterior causó al menos 22 muertos y decenas de heridos en la capital libanesa.
De acuerdo con el Ministerio, sólo en las últimas 24 horas han muerto 60 personas y 168 han resultado heridas por ataques aéreos israelíes.
Los ataques de Hezbollah han causado la muerte de 29 civiles y 39 soldados israelíes, tanto en el norte de Israel desde octubre de 2023 como en el sur de Líbano desde el 30 de septiembre, cuando Israel lanzó su invasión terrestre.
El viernes, el ejército libanés dijo que un ataque aéreo israelí alcanzó un edificio cerca de un puesto de control militar en la provincia meridional de Bint Jbeil.
Las fuerzas militares israelíes dijeron que habían estado atacando posiciones de Hezbollah en el sur de Líbano cuando surgieron informes de que había alcanzado a varios soldados del ejército libanés. El ejército israelí dijo que había investigado el incidente pero que “no tenía conocimiento de que se hubieran encontrado instalaciones del ejército libanés en la zona del ataque”.
El ejército libanés no es parte en los combates entre Israel y Hezbollah —después de que Israel lanzara su invasión terrestre el 30 de septiembre, los soldados libaneses se retiraron unos 5 kilómetros (3 millas) de sus puestos de observación a lo largo de la frontera.
El único enfrentamiento directo entre los dos ejércitos nacionales se produjo el 3 de octubre, cuando un tanque israelí disparó contra un puesto del ejército libanés también en la zona de Bint Jbeil, matando a un soldado y provocando que los soldados libaneses respondieran al fuego.
Tanto las tropas libanesas como las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU están desplegadas en el sur de Líbano para hacer cumplir la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a una sangrienta guerra de un mes de duración en 2006 entre Israel y Hezbollah.
Pero el ejército libanés no es rival para Hezbollah, y ni sus soldados ni las fuerzas de paz han sido capaces de impedir que los milicianos chiíes se atrincheren en la región fronteriza. Israel acusa a Hezbollah de establecer infraestructura a lo largo de la frontera, violando la resolución de la ONU.
La guerra amenaza con extenderse aún más ya que Israel pretende asestar un golpe demoledor a su viejo adversario. Netanyahu advirtió esta semana a los libaneses que sufrirán la misma destrucción que ha causado su campaña contra Hamás en Gaza a menos que tomen medidas contra la milicia.
Israel también ha prometido contraatacar a Irán, aliado de ambos grupos insurgentes, luego que Teherán disparó alrededor de 180 misiles balísticos contra territorio israelí la semana pasada en respuesta a ataques previos israelíes que mataron al líder de Hamás en la capital iraní y a altos cargos de su Guardia Revolucionaria en Líbano.
El ministro de finanzas israelí, Bezalel Yoel Smotrich, líder del Partido Sionista Religioso de extrema derecha , hizo unas declaraciones polémicas sobre la expansión del Estado judío más allá de Palestina. «Los grandes sabios religiosos dijeron que el futuro de Israel es llegar hasta Damasco.», afirmó. Según esta corriente, Israel debería expandirse hasta la capital de Siria, basado en lo que interpretan de los textos bíblicos.
Esta visión, conocida como el ‘Gran Israel’, no es necesariamente un plan concreto, sino una idea de ampliar la soberanía y el territorio israelí. La justificación detrás de esta expansión proviene de interpretaciones religiosas de los textos bíblicos, que, para algunos, indican cuál es la tierra prometida de Israel.
Existen varias corrientes dentro de este pensamiento. Una de ellas, defendida por otros ministros israelíes, propone que Israel debe incluir Judea y Samaria (Cisjordania), zonas donde la seguridad y la administración civil están bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina, pero donde ya hay asentamientos israelíes. Esta corriente sionista argumenta que toda esa región debería ser parte de Israel.
Fuente: AP (BASSEM MROUE) – Europa Press – DW