Carlos Melconián en Jesús María. CC
Por José Calero
El encuentro incluyó la participación de 70 economistas del equipo mediterráneo y un almuerzo con 250 empresarios, en la estancia Belgrano, en Jesús María, propiedad de la familia Astori, una de las fundadoras de la Mediterránea.
En tanto, Rodolfo Santángelo explicó que un esquema bimonetario significa la «convivencia, no la competencia», entre el peso y el dólar.
«Primero hay que estabilizar, bajar la inflación. Es una apuesta a mediano plazo que también implica que los dólares que están afuera o debajo del colchón vuelvan al circuito por canales institucionales», detalló.
Ante los empresarios, cuando empezó a analizar los diferentes puntos del plan, Melconian precisó que él y sus colaboradores están diseñando un régimen cambiario que elimina «todo el laberinto regulatorio actual».
Insistió en que el bimonetarismo ya existe en la Argentina «desde hace años» y lo que se requiere es «institucionalizarlo», para que «fluya nuevamente un mercado de capitales en dólares, que permita el crédito y la inversión local».
Para que los contratos se puedan realizar en cualquiera de las dos monedas, se necesita una reforma del Código Civil, además de modificaciones de normas en el régimen cambiario y financiero.
Melconian repasó todas las áreas que deberían estar dentro del Ministerio de Economía para la coordinación y las reformas a realizar.
«No es superministerio, pero no pueden estar afuera», apuntó en referencia a aspectos como Seguridad Social, Energía, Infraestructura o planes sociales«, señaló.
Y presentó los proyectos de ley «del primer día de gestión» entre los que se cuentan la ley de presupuesto si antes no hay consenso; la de reforma de las relaciones laborales; una reforma previsional estructural («pero también sería una señal de sostenibilidad fiscal a largo plazo»); una del Estado (dotación de personal, contratos, empresas públicas, fondos fiduciarios, entes cooperadores, organismos descentralizados, desregulación) y una tributaria, de la AFIP y de Aduana (Ganancias, cargas laborales, monotributo, acuerdo fiscal con las provincias).
También el nuevo organigrama de ministerios, una nueva Carta Orgánica del Banco Central, leyes vinculadas al sector energético y una ley de emergencia económica si no se la puede incluir en el presupuesto.
Melconian sostuvo que el déficit primario cero es «inmediato», reconoció que hay poco margen para bajar impuestos apenas asumir pero que «sacando 0,1 acá, 0,3 allá y 1 punto de más allá se puede llegar al 4% del PBI. En el capítulo de empresas públicas aclaró «nada más alejado que ‘ramal que para, ramal que cierra’.
«No se vayan a comer eso de cerramos Aerolíneas, cerramos esto o aquello porque como están no pueden seguir. Acá tenemos propuestas», señaló.