19 marzo, 2024 01:40
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Desperdicio: el 17 por ciento de los alimentos termina en la basura

Con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), hizo públicos datos globales sobre la pérdida de alimentos a escala mundial.

El organismo afirmó que un 14 por ciento de los alimentos se pierde antes de ser distribuido, mientras que el 17 por ciento de los alimentos en etapa de venta y consumo a nivel mundial va a la basura.

También se enfatizó que la cantidad de alimentos desperdiciados corresponde al 8 al 10 por ciento del uso global de gases de efecto invernadero y que las emisiones de gases de efecto invernadero a este ritmo causarán serios problemas climáticos.

Se subrayó que 3,1 mil millones de personas no tienen una dieta saludable y 828 millones de personas padecen hambre, en tanto que todos los países fueron llamados a acelerar las medidas contra el desperdicio de alimentos.

Además, se indicó que se deben tomar medidas para reducir el desperdicio de alimentos, como el desarrollo de tecnologías innovadoras, la conversión de alimentos en fertilizantes orgánicos y gas biológico, y la mejora de la gestión de los alimentos.

Qué son la pérdida y el desperdicio de alimentos

La cadena de suministro alimentario consta de siete etapas, de acuerdo con el informe El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y el desperdicio de alimentos, publicado por la FAO.

Estas son: la producción agrícola y la cosecha, el sacrificio o la captura; las operaciones posteriores (limpieza, selección, clasificación y tratamientos); el almacenamiento; el transporteoperaciones de elaboración primaria (por ejemplo, el secado o el descascarado) y secundaria (transformación del producto); la venta al por mayor y al por menor; y el consumo en los hogares y servicios alimentarios.

Pérdida y desperdicio son conceptos diferentes que involucran a sectores distintos y, por lo tanto, requieren de acciones específicas para identificar, prevenir y reducir la problemática, aclara Sara Granados, ingeniera agrónoma, ecóloga, especialista en sistemas alimentarios y responsable de la agenda regional de reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos de la FAO.

Según informa esa entidad mundial, la pérdida consiste en “la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los proveedores en la cadena alimentaria”.

“Se refiere a cualquier alimento que se descarta, incinera o desecha de otra manera a lo largo de la cadena de suministro desde la cosecha, sacrificio o captura hasta el minorista, pero excluyendo a este nivel”.

En cambio, el desperdicio se refiere a la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los minoristas, proveedores de servicios alimentarios y consumidores.

Cuáles son las razones que provocan la pérdida y el desperdicio de alimentos

Granados identifica tres factores que influyen en la pérdida y el desperdicio de alimentos. En primer lugar, existen deficiencias en términos de infraestructura que se manifiestan en la cosecha, el almacenamiento, el procesamiento o la refrigeración de los productos.

En segundo lugar, asegura que existen decisiones del sistema vinculadas a los estándares de calidad o  comerciales por las cuales, en ocasiones, se retiran productos del punto de distribución.

Hay “normas cosméticas que pueden ser bastante estrictas en términos de tamaño, forma o color de los alimentos, aunque a menudo estas cosas no afectan al valor nutricional o al sabor de los alimentos”, ejemplifica Clementine O’Connor, oficial de programas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y especialista en el área de sistemas alimentarios sostenibles.

Por último, Granados asegura que existen prácticas y decisiones de compra que generan desperdicios a nivel del consumidor, en los hogares o servicios de alimentación. Por un lado, porque se adquieren más alimentos de los que se requieren y por otro por prácticas vinculadas a la manipulación de los alimentos que provocan su deterioro.

 

Fuente: FAO – ONU – TRT – National Geographic

 

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