La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó hoy que «era necesario construir una lista de unidad» en el oficialismo, pidió «desdramatizar» los debates partidarios y llamó a «terminar con las operaciones políticas que tanto han envenenado a la militancia».
En el primer acto que compartió junto al flamante precandidato presidencial de Unión por la Patria (UxP) y ministro de Economía, Sergio Massa, la Vicepresidenta detalló cómo se sucedieron las negociaciones en el seno del espacio durante la última semana, antes de que finalizara el plazo para presentación de candidaturas, el sábado último.
«Como militante siempre sostuve que era necesario construir una lista de unidad para abordar los problemas de la sociedad», recordó Cristina, quien pidió a la militancia que haga «comprensión de contexto» para «mirar a la sociedad y el momento político en el que está».
En contraposición, marcó la «necedad de la oposición, responsable del endeudamiento y del FMI» en sus discusiones «para ver quién mete más bala», en alusión a los discursos de mano dura que nacen en los espacios de derecha frente a la inseguridad y la protesta social.
«No digo que sean malos o buenos, digo que son necios. La necedad está en no advertir qué pasa en el país y lo que el país necesita», graficó.
Recordó que el pasado 7 de junio, quince gobernadores argentinos habían pedido lista de unidad para el Frente de Todos, algo que fue respaldado también por los intendentes de la provincia de Buenos Aires y la CGT.
«No era capricho, sino la capacidad de articular», planteó la Vicepresidenta.
«Para ganar hay que apostar», sostuvo la titular del Senado, que señaló que «era necesaria una lista de unidad» en medio de las dificultades económicas del país a partir del acuerdo con el FMI.
Además, Cristina Kirchner admitió que el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, era el candidato elegido por el kirchnerismo, en caso de no alcanzar una lista de unidad y tener que competir en las PASO de agosto próximo.
«Si no había formula de unidad, íbamos a las PASO con Wado, que nadie se haga los rulos», bromeó la expresidenta, porque, dijo, «tenemos una gran responsabilidad con la sociedad, no con estar discutiendo entre nosotros».
Dijo que todo se «resolvió después de darle dos puestos de diputados» al sector del peronismo alineado con el Presidente.
«Hay que terminar con las operaciones políticas que tanto han envenenado a la militancia» y comprender el «contexto» social, enfatizó.
La vicepresidenta reclamó también una «Ley de negacionismo» que garantice que se reconozca oficialmente el genocidio y castigue penalmente el delito de negar los crímenes de la dictadura militar.
La historia del avión repatriado de los «vuelos de la muerte»
El avión fue identificado en el año 2010 gracias a una investigación llevada a cabo por la periodista, ex presa política y actual Defensora del Público, Miriam Lewin, y el fotógrafo italiano Giancarlo Ceraudo, el cual entonces formaba parte de la flota de la empresa estadounidense GB Airlink.
Según pudo constatarse en las planillas de vuelo, ese avión comprado por la Prefectura en 1971 fue el que partió del aeroparque Jorge Newbery en la noche del 14 de diciembre de 1977 para arrojar al mar a las víctimas de la Iglesia de la Santa Cruz, un grupo de doce militantes que habían sido secuestrados una semana antes.
Entre ellos se encontraban tres integrantes de Madres de Plaza de Mayo (Azucena Villaflor de Devincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco), y las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet.
El Skyvan estaba en manos de un empresario estadounidense que conservó piezas y documentación de vuelo originales desde que el avión se encontraba en la Argentina.
Esos documentos revisten gran valor para aportar a la reconstrucción de aquellos operativos denominados «vuelos de la muerte» que partían con prisioneros desde la entonces Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) para luego ser arrojados dopados y vivos al Mar Argentino.
El piloto e investigador Enrique Piñeyro pudo constatar en enero de este año en el aeropuerto de Coolidge, en Arizona (EEUU), que aquel Skyvan que prestaba servicios de paracaidismo a cargo de la empresa Win Win Aviation era efectivamente uno de los aviones de los «vuelos de la muerte».
Coincidían su número de serie, que consta en el contrato de compra-venta, y su certificado de registro y de aeronavegabilidad.
Gracias a la intervención de un equipo del Ministerio de Economía que se ocupó de gestionar la compra y el traslado de la aeronave desde Estados Unidos, el Skyvan PA-51 partió el pasado 3 de junio de los Estados Unidos de retorno a Buenos Aires.
El viaje de regreso duró 20 días, con varias escalas de por medio y una parada técnica en Jamaica por problemas en el motor que demoraron un poco más su llegada.
Finalmente, el Skyvan arribó el viernes pasado a la provincia de Tucumán y luego de unas horas emprendió vuelo hasta la ciudad de Buenos Aires, donde aterrizó en la tarde del sábado pasado.
Según lo planificado se espera que luego de llevar a cabo las tareas finales de reconstrucción para devolverlo a su estado original sea exhibido en el predio de la exESMA, como testimonio de los «vuelos de la muerte» y aporte al proceso de Memoria, Verdad y Justicia sobre los hechos acontecidos durante la última dictadura cívico militar.
Fuente: TELAM