Santiago Bausili, presidente del Banco Central, saliendo de la Casa Rosada
El endeudador serial Luis «Toto» Caputo sigue sorprendiendo con sus aventuras. Las travesuras del ministro siguen poniendo en riesgo la economía del país mientras él y un puñado de amigos se llenan aún más los bolsillos.
En una escena que se repite, un servicio de transporte de caudales carga lingotes de oro en un avión comercial con destino a Londres. El objetivo final del metal precioso es Suiza, donde el Banco de Basilea lo ofrecerá como garantía a inversores dispuestos a proporcionar fondos frescos.
El término «repo» es la abreviatura de «recompra» en inglés, y se refiere a una operación financiera donde una entidad vende un activo a un inversor con el compromiso de recomprarlo en una fecha y a un precio determinados. «Es un préstamo corto y caro», explicó en off una fuente del sector financiero, añadiendo que «esto muestra la desconfianza que genera Argentina, tiene que empeñar las joyas de la abuela para conseguir dinero».
Los detalles del repo son escasos y están rodeados de secretismo. La operación de oro salió a la luz por una denuncia de Sergio Palazzo, líder de La Bancaria, quien señaló que el asunto rozaba lo penal. Días después, Caputo tuvo que reconocer públicamente la operación, pero no ofreció detalles sobre los intereses, plazos, montos buscados y el destino del financiamiento.
En el mercado, se entiende que la búsqueda desesperada de este repo es para cubrir el uso de encajes líquidos, a los que el equipo económico habría recurrido en un porcentaje significativo para frenar la subida del dólar. Aunque no se trata de la porción de los depósitos que los bancos deben inmovilizar en el Central para garantizar la solvencia del sistema financiero, es la última caja disponible para intervenir en la cotización del dólar financiero.
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«Van a cubrir ese déficit aunque seguramente tengan que reventarlos enseguida si la idea es sacrificar todo para contener la brecha», concluyó la fuente consultada.
«La decisión de Caputo va a contramano de la tendencia internacional en las últimas dos décadas, que indica que muchos países de primer nivel buscan acumular oro en previsión de una eventual disrupción del orden global», advirtió Ricardo Aronskind, investigador y profesor de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
Caputo anticipó el sacrificio de reservas para contener la brecha y sortear la espiral inflacionaria. Este lunes convirtió ese pronóstico en realidad cuando el Banco Central tuvo que desprenderse de 124 millones de dólares.
Fuentes del mercado afirman que se destinaron 70 millones de dólares para bajar las cotizaciones paralelas. El MEP y el Blue retrocedieron 1.5 por ciento, mientras que el CCL cayó un 2.3 por ciento.
Desde que se anunció la intervención, las operaciones en el CCL aumentaron en volumen. La oferta de divisas en ese segmento está garantizada por el gobierno, mientras que del lado comprador, hay un mercado ávido por un dólar que considera barato.
El precio de las materias primas que Argentina exporta está en franco descenso. La soja, en 385 dólares la tonelada, tocó su punto más bajo desde noviembre de 2020. El petróleo cae por debajo de los 80 dólares el barril, mínimo desde junio. En el frente financiero, los inversores están desarmando sus posiciones en materias primas porque los futuros se ubican por debajo del soporte clave.
La mayor oferta de dólares en el CCL y el desplome de las materias primas son dos factores que presionan un nivel de reservas ya extremadamente exigido.
A esto se suma la decisión de acortar los plazos de pago de importaciones. El ex titular de Aduana, Guillermo Michel, informó que, con la intención de anticipar el cobro del impuesto país, el Banco Central decidió reducir el esquema de cuotas para el pago de bienes importados. Esto incrementa significativamente la demanda de dólares. En septiembre y octubre, se solapan las cuotas, y tocará pagar el 150 por ciento de lo importado.
En el mercado, interpretan que Caputo está superponiendo flujo y stock. «Una cosa es el colchón de dólares que necesitas para unificar el tipo de cambio y levantar el cepo. Otra es la cantidad de dólares que necesitas que ingresen periódicamente para sostener la demanda habitual. Esto incluye energía, bienes intermedios, dividendos, turismo, ahorro y consumo suntuoso. No hay que estudiar mucho para advertir que con los granos no alcanza», consideró una fuente del sector financiero.
La fase 2 del programa económico del gobierno busca unificar el tipo de cambio sin impacto en precios. El costo es alto y afecta fuertemente el nivel de reservas, que este lunes coqueteaba con perforar los 26.000 millones de dólares brutos, tras haber alcanzado los 30.000 millones en el primer trimestre del gobierno.
El clima de incertidumbre no se disipa en el mercado. «Los inversores miran las reservas por sobre todas las variables. Es lo que les garantiza el repago. La pregunta que se instala es por la sostenibilidad de este esquema», dicen en el mercado. «Caputo patea para adelante, administrando el flujo como si fuera un stock posible de reponer en el futuro inmediato. Por esa confusión, la tensión devaluatoria no se serena», analizan.
«Que Caputo haya tenido que dilapidar 124 millones de dólares para bajar las cotizaciones un 2 por ciento en plena temporada alta de la liquidación de la cosecha, expone que la corrida lejos de aminorar, se intensifica», concluyó la fuente consultada.
Fuente: Agencia Nova – Extremo Sur – Oroinformación – LPO