El Producto Interno Bruto (PIB) de Alemania disminuyó un 0,3% entre enero y marzo de este año, un dato que llega después de la contracción del último trimestre de 2022 del 0,5%. Es la primera vez que se da este escenario desde la pandemia de Covid-19, cuando se registró una caída del PIB en el primer y segundo trimestre de 2020. A pesar de la ralentización, Berlín confía en que la situación mejore en los próximos meses.
«Alemania ha experimentado una recesión técnica y ha sido, con mucho, el de peor desempeño entre las principales economías de la eurozona en los últimos dos trimestres», dijo Franziska Palmas, economista senior de Europa para Capital Economics a la agencia de noticias AP.
El PIB es el dato que refleja el valor total de los bienes y servicios producidos en un país, y aunque en la teoría económica es considerado como el dato que da cuenta del panorama general de una economía en particular, para algunos expertos la cifra por sí sola es un indicador de cómo está la prosperidad del país en cuestión, dado que no discrimina los tipos de gastos de la nación.
No obstante, las cifras que ponen a Alemania ahora en un escenario de recesión son un golpe bajo para el Gobierno alemán que tan solo el mes pasado duplicó de forma optimista su pronóstico de crecimiento para este año, motivado por la temida crisis energética invernal que nunca llegó.
Una de las explicaciones que ofrece el Departamento federal de Estadística de Alemania (Destatis), es que la contracción trimestral de este año se produjo como efecto de la caída del consumo debido a la elevada inflación que puso presión sobre el bolsillo de los ciudadanos.
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En abril, la inflación anual se situó en 7,2% y aunque es un dato que muestra una desaceleración consecutiva desde el 10% interanual de octubre, todavía no logra los niveles que alcanzó en julio de 2022 cuando fue del 6,7% anual.
Fuente: France 24 – Reuters – AP