La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió hoy “autoconvocarnos para una Argentina en paz”, al inaugurar el Cine Teatro Municipal de la ciudad de El Calafate, en Santa Cruz, junto a la gobernadora de esa provincia, Alicia Kirchner. Afirmó que «La renuncia del exministro de Economía Martín Guzmán fue un inmenso acto de irresponsabilidad política y desestabilización».
La locutora, a la hora de referirse a la expresidenta de la Nación, dijo: «Para finalizar, se dirige a ustedes la excelentísima señora vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. El gesto de Cristina fue notorio. «Para la próxima, querida, nunca más me digas excelentísima. Detesto que me digan eso de excelentísima», le advirtió Cristina Kirchner a la locutora antes de comenzar con su discurso.
«Fue un gesto de ingratitud personal para con el Presidente», consideró la titular del Senado, y recordó que cuando se logró el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los medios de comunicación y varios sectores políticos «destacaban la racionalidad» que había tenido Guzmán al alcanzar ese entendimiento.
«Mirándolo ahora, más que para apoyar al ministro, lo que se buscaba era que nos enfrentarnos entre nosotros (el oficialismo). Por eso, creo que hay que no hay que discutir personas y hacerlo con las políticas», subrayó.
La vicepresidenta retomó dos de los ejes de sus últimas intervenciones: la gestión de los planes sociales desde el Estado y la economía bimonetaria. «El país merece una discusión en serio de los problemas que tenemos en un mundo donde todo tiende a agravarse», aseguró.
«Ni yo voy a renunciar a mis ideas ni le voy a pedir a nadie que renuncie a las de él, pero tenemos que encontrar un punto de coincidencia común, si no no va a haber Argentina para nadie«, dijo en otro tramo de su discurso la vicepresidenta
El último discurso de CFK había sido el 2 de julio en Ensenada en el homenaje por los 48 años del fallecimiento de Juan Perón cuando Cristina mencionó la famosa «lapicera de Perón».