Durante estos 365 días de gestión cayó el presupuesto, los salarios, los subsidios, la inversión en federalización, la cantidad de empleos y la investigación en universidades. Una decisión deliberada del Gobierno para dejar de invertir en un sector estratégico para el país en términos de soberanía.
La crítica directa del Presidente fue contra científicos e investigadores del CONICET, que luego replicaron parte de su gabinete, como el jefe de Ministros, Guillermo Francos, y el vocero presidencial, Manuel Adorni. Este ataque sistemático en las diferentes áreas que forman al sistema científico tecnológico, como CNEA, CONAE, INTA y las Universidades Públicas, entre otros, no tiene precedentes.
«El primer ataque vino desde el financiamiento», explicó Josefina Vaca, investigadora FCE-UBA y miembro de la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología. La Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología fue votada por unanimidad, reglamentada en 2021 aplicada en el presupuesto de 2022 y 2023.
El efecto de la motosierra de Milei afecta a los 17 organismos, articulados con las universidades públicas, empresas estatales y otros sectores del Estado nacional y provinciales, «el ahogo presupuestario es tremendo», describió la investigadora.
«Se ejecutó en lo que va del año el 6%, y de algunos programas que están dentro de nuestra secretaría, por ejemplo, el de federalización el 0% pisado. Es decir, la lógica fue medio pagar algunos sueldos magros, pero no brindar recursos para el ingreso de becarios, ni asistencia».
Financiamiento del Sistema Nacional de CTI, establece un incremento progresivo del presupuesto hasta alcanzar el 1% del PBI en 2032 y que el 20% del incremento se destine a las provincias. Desde la Mesa Federal de Ciencia y Tecnología defienden la soberanía científica tecnológica y utilizan el término cientificidio definir lo que ocurre a nivel nacional: «Lo que está pasando es una destrucción sistemática de las capacidades científicas tecnológicas».
En este contexto, Vaca analizó que «pensar en el futuro del sector científico-tecnológico en Argentina es pensar en una distopía” porque lo que plantea Milei para el Presupuesto 2025 es «destrucción». «En todos los países que mires en cualquiera, la inversión pública en financiamiento pública está garantizado. Hay un piso que en general se construye progresivamente como nosotros estábamos intentando hacer hasta llegar a un porcentaje», remarcó.
Fuga de cerebros, las críticas reiteradas del Gobierno y el futuro de la ciencia
En relación con el discurso del Gobierno y las críticas reiteradas a la ciencia, Diego Rayes, doctor en Bioquímica y miembro del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca, aseveró: «Creo que el gobierno es muy hábil en generar agenda o instalar ideas en la opinión pública y en ese sentido es el ataque a la ciencia de los investigadores y las investigadoras».
Es más que un hecho aislado «más allá de las políticas que denotan un ataque, está en lo discursivo y dentro apunta, es al desprestigio de la gente que hacemos ciencia. Esto va de declaraciones del Presidente antes de ser electo y luego también, y declaraciones que han salido del seno de las autoridades de la agencia», contó Rayes.
«Es totalmente falso», preponderó, ya que prevalecen la idea de que los investigadores hacen cosas que no les interesen a nadie o que se encuentran en el lugar en el que están por «favoritismos políticos». Esto, además de ir en consonancia con el ajuste, los recortes, los salarios bajos, trae otra consecuencia: «hacen que los estudiantes duden mucho» a la hora de elegir.
«El daño que se le está haciendo el sistema es enorme porque va a haber una brecha generacional. Si en algún momento si la cosa llega a cambiar, nos va a costar muchísimo saldar esa deuda generacional que tenemos en cuanto a la cantidad de estudiantes», sentenció.
La fuga de cerebros ya comenzó, cada vez son más los profesionales que eligen abandonar sus puestos y viajar al exterior o al privado para conseguir mejoras. También dentro de las Universidades Públicas, otro sector afectado por ley de Presupuesto que fue vetada por Milei, a pesar de las dos marchas masivas en su defensa, docentes y no docentes continúan reclamando por sus salarios.
«En nuestro laboratorio se redujo la cantidad de estudiantes a la mitad, muchos decidieron dedicarse a otra cosa. No pasa solamente acá, sino que es un fenómeno generalizado», contó Diego. A futuro parece que esta realidad se va a extender, «el futuro que veo para la ciencia es bastante complicado y oscuro, esperemos que pueda haber algún tipo de reanálisis por parte del Gobierno».
La ciencia requiere tiempo e inversión, no es un gasto, ante la creencia errónea que algunos tienen de que «la plata que falta en ciertos lugares es plata que se gasta en ciencia», pero este dinero vuelve en generación de conocimiento, en formación de profesionales y en patentes: «Es un discurso muy efectista ante la mala situación económica de la gente. ¿Por qué falta plata? ‘Porque lo gastamos en esta gente privilegiada que hacen cosas que no le interesan a nadie'». Rayes reflexionó que si bien la situación de la que venía el sistema «no era la ideal», por lo menos en otras gestiones «había voluntad de poner a la ciencia en agenda», en un lugar importante para el desarrollo nacional.
La incertidumbre de becarios y becarias
A principio de año, varios becarios y becarias del CONICET hablaron con C5N sobre el ajuste en las becas otorgadas en 2024 . El organismo tiene un programa de becas que incluye becas doctorales, finalización de doctorado y postdoctorado con lugar de trabajo en institutos de CONICET, universidades, otros organismos de CyT como por ejemplo INTA, y un sistema de becas cofinanciadas, explicó Macarena Mercado, becaria doctoral en el Centro de Estudio de Investigaciones Laborales.
«Nuestro principal problema es el no reconocimiento como trabajadores del organismo, no tener aportes jubilatorios, ni aguinaldo, entre otras», apuntó Macarena en diálogo con C5N. Los becarios y becarias dedican, en primera instancia, cinco años en becas doctorales y luego tres años más en el caso de becas postdoctorales.
Lo que más se manifestó durante este año de gobierno de Javier Milei fue no tener garantizada la continuidad laboral. «La convocatoria de beca 2023 no fueron respetados los calendarios de publicación de los resultados, ni tampoco el cupo para becas doctorales y el de finalización. En principio iban a ser más de 1.000 becas y terminaron siendo 840″, detalló y puntualizó que en total fueron 540 doctorales y 300 de finalización de doctorado.
«Durante el período 2023-2024, más de 200 investigadores han renunciado a sus posiciones en carrera debido a las condiciones insostenibles», añadió sobre la temática Josefina Vaca.
Desde la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología realizaron un encuentro con el diputado de Unión por la Patria, Daniel Gollán sobre la situación crítica que se encuentran los becarios y becarias, resaltando principalmente cinco puntos:
- Efectivización inmediata de las altas pendientes de Carrera de Investigador Científico (CIC) y resolución de los concursos de ingreso pendiente del Personal de Apoyo (CPA).
- Exigen solucionar la discontinuidad de prórrogas de becas posdoctorales 2021-2024.
- Padecen incumplimiento en el otorgamiento de becas doctorales y posdoctorales conforme las cantidades informadas en la apertura de convocatoria 2023.
- Recorte sistemático a todas las becas del llamado 2024
- Retraso en los aumentos acordados en paritaria a las becas de la Agencia I+D+i ya que no reciben actualizaciones salariales desde marzo.
El martes 10 de diciembre, a un año de la asunción de Javier Milei, diferentes organizaciones realizarán una vigilia en el Polo Científico contra el ajuste, los despidos, la falta de financiamiento y en reclamo de la situación de los becarios.
Alertan por un «éxodo nuclear» en el CNEA: la incertidumbre en uno de los sectores energéticos de excelencia
Meses atrás, la expresidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómia (CNEA) Adriana Serquis habló con C5N y alertó sobre el riesgo de paralización de las obras CAREM y RA-10, ambos proyectos importantísimos para el país.
En diciembre la incertidumbre continúa no solo atraviesa una situación crítica por la falta de presupuesto, la paralización de obras, sino que principalmente «por una situación salarial crítica en un sector que demanda trabajadores -profesionales y técnicos- altamente capacitados y en proceso de formación continua, que están provocando un éxodo nuclear«, alertó Nicolas Malinovsky Ingeniero Eléctricista (UNRC) investigador del Observatorio de Ciencia y Tecnología.
Malinovsky pudo describir cómo es la situación actual de la CNEA, que tiene a cargo dos obras estratégicas para el sector como la Central Argentina de Elementos Modulares, y el Reactor Nuclear Argentino Multipropósito RA-10. El ingeniero recordó que en septiembre, Guido Levalle a cargo del organismo aseguró que «la obra del Reactor Modular CAREM continua y no se ha detenido», sin embargo, el investigador cuestionó su afirmación ya que «el recorte del presupuesto del proyecto es de un 50% aproximadamente«, por lo que sería imposible realizarlos.
¿Cuál es el estado de avance del CAREM? «El Estado nacional lleva invertidos en el proyecto CAREM 25 alrededor de 690 millones de dólares y todavía restan invertir alrededor de 250 millones», continuó Nicolás por lo que el proyecto se encuentra en un 63% de avance general. «La ingeniería de detalle esta en un 84% de avance, y el 78% de componentes electromecánicos están listos para la compra», aclaró.
«Recortes presupuestarios, despidos, congelamiento de salarios, falta de proyección y privatizaciones; fueron implementadas en la década del 90 bajo el gobierno menemista, y tenían como único objetivo desmantelar los sectores estratégicos y la destrucción del entramado productivo nacional con la consecuente pérdida de soberanía tecnológica y energética», hizo hincapié Malinovsky.
En palabras del ingeniero, en CNEA hubo desvinculaciones o caidas de contratos del sector de construcción vinculados al CAREM, en septiembre se conoció la noticia de que el Gobierno Nacional desafectó a 260 trabajadores de la obra.
«Para el caso de Dioxitec, empresa que produce el dióxido de uranio que forma parte del ciclo de combustibles nucleares del país, según lo que se pudo saber por parte de APCENEAN (la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y Actividades Nucleares) han habido despidos«, continuó.
Relacionado a la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A., Nicolas expresó que «se habilitó el retiro voluntario a través del cual se fueron entre 50 o 60 trabajadores, principalmente altamente calificados, con la consecuencia de la desarticulación de equipos de trabajo«. Aunque algo que le llamó la atención fue que en «el mes de noviembre, INVAP cambió su forma societaria, pasó de ser una sociedad del Estado a Sociedad Anónima, ¿será la precuela de su privatización?
Fuente: C5N (Daniela Salinas)