24 diciembre, 2024 11:18
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Delitos de uniforme (Por Alberto Moya)

Quien hasta el jueves fuera el jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Fernando Luis Mengo, vio recortadas sus alas luego de que el Poder Ejecutivo Nacional decidiera hacerse cargo de las acusaciones que corrían en su contra por parte del personal femenino por acosos y abusos sexuales que —hasta ahora— no han tenido un correlato judicial. Sin embargo, el gobierno dejó esas acusaciones en segundo plano comparadas con el uso dado al material del Estado: aviones y helicópteros puestos a disposición de la pareja del jefe, la suboficial Yanina Torres, con los que compensaba los sinsabores y le facilitaba viajes de fin de semana entre Buenos Aires y su ciudad, Paraná.

 

Mengo dispuso para “pasear y hacer turismo” con amigos o familiares en un Beechcraft 200 en 32 vuelos.

Su despido fue comunicado desde las redes digitales por el ministro de Defensa, Luis Petri: “El empleo de aeronaves institucionales para fines particulares representa una violación grave de las normativas que regulan el manejo de los recursos estatales”, escribió en el primer párrafo. Para el segundo dejó la referencia a “presuntos hechos de acoso y/o abuso que habrían sido protagonizados por el brigadier, una falta gravísima e inadmisible”.

Nada informó sobre otros oficiales de inteligencia, como Marco Alberto Constenla y Francisco Javier Moliterno, que usaban los helicópteros para ir a asados y otras actividades en Entre Ríos, sin reparar en que las salidas quedasen filmadas por el sistema de seguridad de rutina.

 

 

El ministro admitió que se enteró por la prensa. Se ve que el presupuesto de 100.000 millones de pesos destinados a inteligencia por el decreto de necesidad y urgencia 656, que también Petri firmó en julio, se usaron para otra cosa.

En entrevista telefónica con Radio Neura dijo que, apenas circuló la versión de los vuelos, se comunicaron con quien hizo la investigación, Federico Teijeiro, quien les proporcionó información que corroboraron: al menos 32 viajes en fines de semana. No existen los manifiestos de vuelo con quiénes habrían viajado, aunque sí existen los planes de vuelo con la cantidad de pasajeros”.

Teijeiro trabaja en esa radio de Fantino, quien se dirige al ministro como Luis, que a su vez le responde como Alejandro, tal cual se aprecia en el recorte que los interesados subieron a la red de Elon Musk:

En cuanto a los “presuntos casos de acoso”, fuentes oficiales revelaron a la Agencia Noticias Argentinas que la acusación contra Mengo “no sería única”. Agregaron que “toda denuncia queda a cargo de la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar; pero el director Marco Constenla habría ordenado cajonearlas debido a la amistad con Mengo”.

Una mujer de la Fuerza que comprobó tal desidia le habló a un funcionario de su caso y de “acuerdos comerciales” entre los amigos del aire. Por eso, según la versión difundida a la prensa, Javier Milei ordenó actuar a Petri. El comunicado y la vía para darlo a conocer, la red X, dan verosimilitud al apuro.

Mengo, nacido el día de la bandera de 1965, había hecho su carrera en democracia, ya que entró en 1983 a la Escuela de Aviación Militar, de donde egresó en 1986 como alférez del Comando A. Dos años después, como piloto de caza, estuvo en las Brigadas Aéreas IV (El Plumerillo), III (Reconquista) y V (Villa Reynolds). Participó en la implementación del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial y en crear el Comando Conjunto Aeroespacial. Licenciado en Sistemas Aéreos y Aeroespaciales en el Instituto Universitario Aeronáutico, llegó a ser director de Operaciones del Comando Aeroespacial y secretario general de la FAA. Entre 2016 y 2018, fue agregado de Defensa en la embajada ante el Reino Unido.

Designado jefe de la Fuerza Aérea este 2 de enero, reemplazó al brigadier Xavier Isaac el día 9. Apenas cumplió los 65 años, fue ascendido a brigadier general en julio. Diez meses y medio después, es historia.

Tras este caso de corrupción, el gobierno aprovechó a fustigar a CFK y la Administración anterior. “Al brigadier lo apodaban Alberto Fernández por su presunto carácter mujeriego; a su pareja Torres la llamaba la primera dama”, se deslizó sin cita de fuentes. Tampoco el ministro necesitó nombrar a la innombrable: “Acá no se usan aviones para llevar diarios”, sentenció Petri por el canal LN+.

Sin embargo, hace tres años, el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Agustín Cejas, fue despedido cuando periodistas de El Cohete alertaron acerca de la designación de su hijo en la Agregaduría Militar en Estados Unidos, con una remuneración de 6.700 dólares mensuales.

El «abuso de autoridad» que derivó en una muerte

 

Matías Chirino uniformado.

Por la muerte del subteniente Matías Chirino, de 22 años, luego de un “baile” apenas incorporado a un cuartel, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Corrientes entendió que no hubo ni un homicidio culposo, sino apenas un abuso de autoridad seguido de abandono de persona.

Por eso condenaron a ocho años de prisión a seis ex militares: Rubén Darío Ruiz, Claudio Andrés Luna y Hugo Reclus Martínez Tárraga, el teniente Exequiel Emanuel Aguilar, el teniente primero Darío Emanuel Martínez y el subteniente Luis Facundo Acosta.

Distinta había sido la evaluación de la Fiscalía General de Corrientes, a cargo de Carlos Schaefer: “Todos jugaron a la ruleta rusa con la vida de Matías y los otros dos”, resumió junto al fiscal de Paso de los Libres, Aníbal Fabián Martínez, y la auxiliar Tamara Pourcel, al pedir los 20 años de prisión por homicidio, calificación con que se llegó al juicio.

Desde este 8 de octubre, día en que declararon 31 testigos durante ocho audiencias, los jueces Víctor Alonso, Fermín Ceroleni y Juan Manuel Iglesias emitieron la sentencia que fundamentarán el 5 de diciembre.

 

Juzgadores y juzgados. Foto: El Litoral.
El caso

La muerte de Chirino en el Casino de Oficiales del Grupo de Artillería de Monte 3 (GAM3) sobrevino luego de que lo recibieran con la orden de extenuantes actividades físicas, beber alcohol en exceso y meterse en una pileta helada y sucia con una temperatura de 3°. Cuando por fin pudo ir a una habitación, perdió el conocimiento y se ahogó con su vómito.

Un compañero de curso, Rufino Meza, declaró que el subteniente Acosta había llamado a Chirino para instarlo a comprar de su bolsillo lo que a los jefes se les antojara —cigarrillos y alcohol— para divertirse el fin de semana previo al feriado por la muerte de Manuel Belgrano. Agregó que Acosta amenazó a Chirino con que la desobediencia sería un mal comienzo. Los forzados a obedecer debieron gastar el equivalente a dos sueldos.

Meza declaró que, exhausto por los maltratos, vomitó por el obligado exceso de alcohol y perdió el conocimiento. Despertó cuando una enfermera le hacía RCP a Chirino sobre un colchón en el piso, sin frazada pese al frío nocturno. Acompañó a la ambulancia al hospital, aunque se quedó en el auto de Bautista, oficial de servicio.

Tras el desenlace, Meza recibió una casa en el barrio de oficiales, pero se fue a Curuzú Cuatiá. Necesitó terapia psicológica durante dos años. La crónica del diario El Litoral cuenta que “lloró frente al tribunal, el fiscal y sus torturadores”.

Otro uniformado, Jorge Chaile, confirmó la acusación del fiscal. Luego de un mes, recibieron ofertas de traslados “adonde quisieran”.

Enjuiciados. Foto: El Litoral.

Fueron absueltos Gerardo Bautista, Franco Grupico y Claudia Cayata. El primero estuvo preso acusado de coautoría en el homicidio. Los otros dos, sindicados como partícipes secundarios, nunca fueron detenidos en los casi dos años y medio transcurridos.

Cayata, a cargo del Casino de Oficiales, había abandonado el lugar horas antes. A medianoche recibió un mensaje en tono jocoso: “Esto es un descontrol. Hay uno que está re borracho, uno que no da más y uno que está medio muerto”.

Bautista, de guardia en el Casino, fue quien vio a Chirino pálido e inconsciente en el suelo. Acompañó a la ambulancia y llevó a Meza.

El padre de Matías, Ezequiel Chirino, dijo por la FM Santa María de las Misiones: “Esto no va a quedar así. Vamos a presentar un recurso ante la Cámara Federal de Casación Penal. Después de los diez días hábiles, nos darán los fundamentos y veremos qué sucede”.

Historias que se repiten

Como las condenas se circunscribieron a los presentes en el cuartel, los jefes no fueron ni denunciados.

 

Jurczyszyn y los padres del joven muerto. Foto: Cacho Monzón, El Litoral.

 

El domingo inmediato a la muerte, cuando ningún medio había dado precisionesEl Cohete reconstruyó la cadena de mandos. Quien con tono destemplado avisó de la muerte al padre de Chirino fue el jefe del GAM 3, teniente coronel Alejandro De la Torre.

 

 

“El comandante de la Brigada de Monte XII, de la cual depende el GAM3, se presentó ante la Fiscalía”, informó Télam sin consignar nombre ni rango; se trata del coronel Sergio Jurczyszyn, hermano de otro militar que murió de frío en un escalamiento, e hijo de un ex alto jefe implicado en espionajes en causas de lesa humanidad. Sus declaraciones fueron retiradas de YouTube. Es quien operó sobre los familiares para contenerlos.

En su base en Posadas, previo a él, había sido jefe Aldo Ferrari (2018-21). Antes, Federico Uriburu con Leandro Almada, denunciados en sede judicial (2015) por alquilar el cuartel. La “joda” no venía de ahora.

El jefe del Estado Mayor del Ejército, era el general de División Guillermo Pereda (reemplazante de Papito Cejas), quien ordenó determinar “responsabilidades individuales”. Así, la institución quedó desligada de lo que permitía hacer a los suyos: “fiestas” humillantes en varios destinos.

Algunos casos son la parálisis con la que dejaron al cabo Michael Verón, en otro ritual en el RIM30 de Misiones, obligado a tirarse a una pileta donde se fracturó dos vértebras; la internación urgente en Corrientes del soldado Marcelo De La Sota tras unos ejercicios, y la de un cadete golpeado a causa de una “desobediencia” en el Liceo Militar.

El abuso sexual tampoco es aislado:

  • En 2017, una soldado fue “mandada” a las habitaciones, donde fue abordada por sus jefes para someterla a un “abuso sexual agravado”.
  • En otro “festejo de ingreso”, en el Regimiento de Caballería de Tanques 8 de Magdalena, doce soldados fueron acusados de violar a otro.
  • Hacia 2018, en La Pampa, un cabo acusado de abuso fue sentenciado porque “aprovechó la superioridad jerárquica”.
  • En mayo de 2018, enviaron a juicio a un sargento 1° del Ejército por el abuso sexual en la Artillería Antiaérea de Mar del Plata.
  • A finales de 2018, el enfermero teniente 1° Juan Lozada González fue condenado a seis años de prisión por abusos sexuales en el grupo de Artillería de Montaña 8 en Uspallata.
  • Hacia agosto de 2022, el cabo 1° Sergio González, de la Brigada Mecanizada 10 en Santa Rosa, fue condenado a tres años de prisión en suspenso por abuso sexual.
  • En octubre de 2022, el teniente coronel Carlos Bulacio, del liceo de Tucumán, fue condenado a tres años de prisión en suspenso e indemnizar a una soldado por pretender que le practicara una felación mientras fregaba arrodillada.
  • En febrero de 2023, Defensa reincorporó al Ejército a una mujer cabo dada de baja en Santa Fe tras denunciar a un capitán por abuso de autoridad y maltrato.
  • Para abril de 2023, el sargento Víctor Mercado y su jefe, Facundo Candioti, fueron detenidos por delitos sexuales y encubrimiento. Al menos tres mujeres denunciaron acosos.

Luego del despido del brigadier Mengo, acordado con el titular del PEN, no se conocieron declaraciones de quien ostenta la Vicepresidencia respecto de la violencia sexual contra las uniformadas.

Quien se refirió a Victoria Villarruel fue Petri: “Me habían preguntado si la Vicepresidente participa en decisiones de Defensa y había dicho que no, y no participa en otras decisiones del gobierno, eso lo transparentó el Presidente. No me hace ruido, ella es la presidente del Senado”, minimizó.

Fuente: ElCohete a la Luna (Alberto Moya)

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