21 noviembre, 2024 08:10
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El pequeño Milei (por Gustavo J. Valdez)

Javier Milei. El Presidente jugó a lo mínimo en el Congreso con los vetos. Montaje: Urgente24

El Gobierno celebró que pudo mantener el veto contra la ley de presupuesto universitario desde una óptica equivocada. “El Congreso aprobó el veto”, se apuró en festejar el vocero Manuel Adorni. En realidad, la Cámara de Diputados volvió a acompañar la ley con una amplia mayoría, de 160 votos, sumando 18 respecto de la votación original de agosto. Lo que no pudo fue conseguir los 2 tercios que la Constitución Nacional demanda para insistir con una ley que fue vetada por el Poder Ejecutivo. 

El mérito del oficialismo fue reeditar un “scrum” para bloquear la mayoría agravada. Como lo hizo frente a la ley de movilidad jubilatoria y recomposición de los haberes, el Gobierno logró abroquelar un núcleo de 84 diputados (aquella vez habían sido “87 héroes”) para frenar la avanzada opositora.

Cámara de Diputados. Foto de archivo

Contribuyeron con La Libertad Avanza el PRO, los radicales ‘con peluca’ y diputados referenciados en algunos gobernadores que dieron un apoyo explícito o colaboraron con ausencias y abstenciones. “El partido de la minoría y el bloqueo” definió Miguel Pichetto en plena sesión. El diputado puso en relieve la dificultad del oficialismo para instalar una agenda parlamentaria propia, superadora de la posición defensiva que adoptó luego de la sanción de la ‘Ley Ómnibus’ y el paquete fiscal. El politólogo Lucas Romero la definió como una posición de “resistencia”, en la que el Gobierno negocia no para sacar sus propias leyes sino para impedir que salgan las que impulsa la oposición. El Ejecutivo ha sido exitoso en esa obstrucción bajo la bandera del equilibrio fiscal, pero al mismo tiempo desnuda su incapacidad de construir una gobernabilidad de bases sólidas.

El Gobierno tiene por delante el desafío de conseguir su primer presupuesto. El proyecto fue presentado con toda la pompa por el propio Milei en el recinto del Congreso. Pero el ministro de Economía, Luis Caputo, no asistirá a las reuniones de comisiones para defenderlo. Él dice que no quiere prestarse a un “circo del kirchnerismo”. Otros dicen, en cambio, que le da fobia exponerse a los cuestionamientos opositores. Cualquiera sea el motivo, Caputo mandó a sus subalternos Carlos Guberman y Pablo Quirno a que expliquen algunos lineamientos. Guberman defendió la “regla fiscal” por la cual primero se deben definir los recursos y luego las erogaciones una vez que se hayan descontado los intereses de la deuda. Luego fijó 3 ejes para el gasto: asistencia social sin intermediarios, seguridad y defensa, y modernización del Estado. El secretario de Hacienda no mencionó la obra pública. No es una sorpresa teniendo en cuenta el discurso de Milei, pero es un punto que los gobernadores no soslayarán a la hora de facilitar o no su apoyo. De hecho, había sido una queja del tucumano Osvaldo Jaldo, uno de los primeros en ‘pintarse de violeta’, que el proyecto no incluía obras que se habían conversado con la Casa Rosada.

El bloque Independencia, que se referencia en el gobernador peronista, bancó el veto en la Cámara Baja presumiblemente en busca de algún rédito. Otro mandatario peronista, el catamarqueño Raúl Jalil, pasó por la Casa Rosada un día después de la votación. Su aporte a la causa libertaria fue hacer que una diputada se atrinchere en su despacho y se ausente del recinto, gesto que fue reprochado por el PJ local.

La aprobación del Presupuesto le demandará a Milei la construcción de una mayoría. Si bien es cierto que sueña con una nueva prórroga de la ley de 2023 que le permita un uso discrecional de los recursos, no conseguir la aprobación lo golpeará tanto en términos políticos, por la falta de consensos alrededor de su plan de gobierno, y económicos, por la señal hacia el mercado que representaría esa eventual frustración. El Presidente pudo sacar en su momento sus leyes inaugurales, pero desde entonces ha empeorado su vínculo con los bloques dialoguistas del Congreso. En su discurso en el recinto, Pichetto reprochó no sólo la falta de un plan de gobierno, sino la opción del Ejecutivo por la confrontación permanente.

Consecuencia de la beligerancia oficialista fue la agresión durante la protesta frente al Congreso al influencer libertario Fran Fijap, conocido por sus comentarios provocadores en las redes sociales. El joven fue golpeado y perseguido por manifestantes, al punto que tuvo que refugiarse en un comercio, hasta que la policía logró evacuarlo para que lo atienda el SAME y lo traslade a un hospital. Todas instancias del Estado que el influencer desdeña, por cierto. Tras el episodio Milei recibió al joven libertario en la quinta de Olivos y visitó el local de empanadas en el que tuvo que protegerse. Allí, el Presidente fue blanco de abucheos de un grupo de personas. También fue receptor de hostilidades Martín Menem en una visita a Santa Cruz, y previamente legisladores libertarios fueron agredidos con piedras cuando asistieron a una charla en la Universidad de La Plata. Sin embargo, el jefe de Estado no baja su tono agresivo. Desde las redes sociales compartió mensajes intimidantes en los que se le reclama a los críticos “no llorar lesa humanidad”.

El desgaste de Milei con los sectores dialoguistas también tiene repercusiones en su vínculo con el PRO. La bancada amarilla, salvo pocas excepciones, volvió a salvar al oficialismo para salvar el veto. Pero el acompañamiento de Mauricio Macri vino esta vez acompañado de críticas sobre el devenir de los hechos. En un comunicado adjudicó el conflicto universitario a errores de gestión y desnudó la mora del Gobierno en la ejecución de las auditorías que, según el relato oficial, las universidades no quieren. Luego mostró su beneplácito por el aumento que de forma unilateral el Ejecutivo les dio a los docentes universitarios. Macri logró encolumnar a casi todo el bloque del PRO detrás del veto cuando asomaba un desbande. Dicen que negoció con Santiago Caputo la incorporación de Cristian Ritondo a una mesa política para coordinar acciones. Resta saber qué alcance tendrá esa iniciativa teniendo en cuenta que Macri no deja de recriminar incumplimientos por parte del asesor especial del Presidente.

La tensión con los sectores dialoguistas coincide con el desgaste de Milei en la opinión pública. La consultora Casa 3 registró una nueva erosión en la tolerancia social al Gobierno. Mora Jozami, titular de la firma, explicó en la revista Seúl que «la tendencia negativa se atribuye principalmente a la pérdida de confianza en las expectativas futuras, una notable disminución en el estado de ánimo de los argentinos y la percepción de que el Gobierno va perdiendo su capacidad para resolver los problemas económicos»La especialista apuntó además que 2 tercios de los consultados no perciben en su bolsillo la baja de la inflación. El INdEC confirmó esta semana que el IPC pudo perforar el piso del 4%. Marcó 3,5% en septiembre. Persistencia de la devaluación al 2%, reducción del impuesto PAIS, la estabilidad de los dólares financieros por el aporte del blanqueo y precios estacionales a la baja son los factores que confluyeron en el resultado, según Marina Dal Poggetto, directora de Eco Go, la consultora que acertó en su pronóstico. Habrá que ver si esa reducción tiene por sí misma algún efecto positivo sobre la opinión pública o si esta seguirá la evolución de los acontecimientos: las consultoras relevadas por el Banco Central ubican la inflación alrededor del piso alcanzado en septiembre -todavía alto- por lo menos hasta marzo.

El Gobierno confía en que las mieles del ajuste serán largamente percibidas por la sociedad para cuando comience la campaña electoral, lo que lo dejará en una situación de alta competitividad.

Ese optimismo se ve potenciado por la ausencia hasta ahora de una oferta opositora superadora. En la Casa Rosada deben haber festejado más que en el propio peronismo que Cristina Kirchner comience a asomar la cabeza. La exPresidente dio un primer paso hacia su reconstrucción política blanqueando su aspiración a conducir el PJ. Dado el poco apego que históricamente ha mostrado por la dinámica partidaria, se leen en esa iniciativa las dificultades que estaría teniendo para reubicarse en la escena. Son otros tiempos. A la voluntad de CFK expresada en una carta no le siguió la masiva adhesión de antaño, ni la renuncia a su postulación para conducir el partido del gobernador de La Rioja, Ricardo QuintelaAxel Kicillof aún guarda silencio. Es un escenario que debe causar asombro en el Instituto Patria.

Fuente: U24

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