Cuando cientos de trabajadores y trabajadoras públicos se aprestaban a comenzar la Semana Santa en medio de la incertidumbre, los primeros telegramas digitales arribaron a sus correos a través del GDE.
Al cierre de la jornada, cuando cientos de trabajadores y trabajadoras estatales se aprestaban a comenzar su fin de semana en medio de la incertidumbre respecto a si podrán regresar a sus trabajos el próximo miércoles, las primeras notificaciones digitales de despidos masivos empezaron a llegar a sus correos institucionales, a través del sistema interno del Estado conocido como GDE. Hoy, el vocero Manuel Adorni había puesto un número a esta primera tanda de hasta 15 mil contratos temporarios.
«Fingimos demencia, por momentos, para seguir trabajando, cuando no sabemos si mañana vamos a tener trabajo. Y no hay un criterio que te permita estar tranquilo o confiado. Hablamos entre nosotros sabiendo que no hay forma que esto no nos afecte: porque te quedas sin trabajo vos o se queda la otra persona con la que trabajas desde hace años», comentó ayer un trabajador de una de las áreas donde los telegramas empezaron a golpear.
En el área de la SENAF, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia en la que se reconvirtió el viejo Ministerio de Desarrollo Social, el alerta sobre las primeras notificaciones hoy por la tarde dispararon el nerviosismo contenido durante las últimas jornadas. Las y los directores de área intervinieron en los grupos de Whatsapp ante la lluvia de consultas por novedades para intentar llevar tranquilidad.
Lo cierto es que, en algunos casos de contratos precedentes, ni siquiera ellos están seguros de continuar a partir del miércoles. Incluso se esperaba que la novedad iba a llegar el propio miércoles 3 de abril porque no había novedades hasta el cierre del horario laboral. También ellos aseguran que los mails al GDE los tomó por sorpresa. Otros directores que arribaron con la actual gestión ya presentaron su renuncia en las semanas últimas tras negarse a armar listas de despido en sus áreas.
Acorde a fuentes de Defensa, al menos 22 personas quedaron desafectadas hoy en el IGN, en una dotación que apenas supera el centenar. Mientras que en el SMN fueron 48, incluyendo un trabajador con más de 20 años en el Estado. A pocos sorprendió que fueran más técnicos que administrativos, siendo que estos trabajadores se habían puesto mayormente al frente de la denuncia pública.
En ambos casos, tanto en el Servicio Meteorológico como en el IGN, se trata de profesionales con estudios muy específicos que difícilmente puedan ser suplantados. De hecho, en años anteriores ya habían tenido dificultad a la hora de cubrir vacantes por los requerimientos técnicos necesarios. Hasta señalaban que se trabaja por debajo de la dotación adecuada para la funcionalidad de estos organismos. En el Ministerio de Defensa propiamente dicho, ya son 20 los contratos desafectados.
En Cancillería los números ascienden a 350, acorde a fuentes sindicales y otras dos dependencias que habían acusado los mayores recortes son Cultura, con 500 bajas y el Ministerio de Justicia, con 640. Dentro de Interior, ya se contabilizan 50 bajas en la secretaría de Turismo. Y un centenar en el Energas. «No hay un área, en todo el Estado, que no se vea afectada«, deslizó un funcionario a El Cronista.
Por la tarde, desde el Sindicato de Trabajadores Viales y Afines (STVyARA), que encabeza Graciela Aleñá, habían acusado al Gobierno de desfinanciar el área y dar de baja más de 150 contratos de estatales. «Desde que asumió Milei, todavía no llegó la plata del presupuesto que nos corresponde para este año. La realidad es que el Ministerio de Economía se sentó sobre la caja de Vialidad», sostuvo Aleñá.
«Es cruel e inhumano, no sólo porque esos trabajadores fueron los que pusieron el cuerpo en plena pandemia, sin estar vacunados, para que la gente pudiera tener su IFE, los comerciantes el ATP, los jubilados su haber y las mamás de la AUH un ingreso para la casa, sino porque deja a miles y miles de familias a la deriva», afirmó el secretario general de Secasfpi, Carlos Ortega.
En la provincia de Tucumán cerraron tres oficinas: Tucumán II, Famaillá y Bella Vista. También en Apolinario Saravia (Salta); en las localidades de Saujil e Icaño (Catamarca); Esquina (Corrientes); Taco Pozo, General Pinedo, Sauzalito, Barranqueras, Machagai y Fuerte Esperanza (Chaco); Comandante Andresito y Jardín América (Misiones), San Javier, Villa Ocampo, San Cristóbal, Puerto General San Martín (Santa Fe); San Salvador, Federal y Feliciano (Entre Ríos) y Villa Unión y La Rioja II (La Rioja).
Según el relevamiento de los gremios, también quedaron inoperativas las oficinas de Uspallata, Luján de Cuyo y La Paz (Mendoza); Nueva Galia y Quines (San Luis); Santa Isabel, Catrilo y 25 de Mayo (La Pampa); Junín de los Andes, Aluminé, Neuquén Oeste y Centenario (Neuquén); General Conesa (Río Negro); Puerto Madryn y Sarmiento (Chubut); Piedrabuena y Perito Moreno (Santa Cruz); Río Grande (Tierra del Fuego); Brickman (Córdoba) y Chacarita (CABA).
Por su parte, en la provincia de Buenos Aires, las bajas afectaron las oficinas de Ezpeleta en Quilmes, de Fiorito en Lomas de Zamora, de Spegazzini en Ezeiza, de William Morris en Hurlingham, de Ciudad Evita y González Catán en La Matanza, de Dock Sud en Avellaneda, de Monte Chingolo en Lanús, del barrio Libertad en Merlo, de Libertador en Tres de Febrero, del Cuartel V de Moreno, de Derqui en Pilar, de Garín en Escobar, de La Emilia en San Nicolás, de Riestra en 25 de mayo, de Mar del Plata Oeste, Salliqueló, Tres Lomas, San Vicente y Boulogne.
Fuente: el Cronista